El ejercicio en la infancia favorece la función cognitiva en la vejez

Realizar ejercicio físico durante la infancia, hasta los 12 años, optimiza el desarrollo de la red cerebral y está relacionado con la promoción y el mantenimiento de la función cognitiva en la edad adulta y la vejez, según un nuevo estudio.
El ejercicio en la infancia favorece la función cognitiva de mayor

21/06/2021

Una investigación ha demostrado que las personas que realizan ejercicio físico durante la niñez (hasta los 12 años de edad) tienen una mejor función cognitiva al llegar a la edad adulta. En trabajos previos llevados a cabo en la década anterior se había observado que la práctica de actividad física en la infancia afectaba al desarrollo de las funciones cognitivas, y recientemente otros hallazgos señalaban que los beneficios del ejercicio físico para los niños se prolongaban en el tiempo y contribuían a mantener y favorecer las funciones cognitivas durante la mediana y la tercera edad.

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El nuevo estudio ha sido realizado por un equipo de científicos que incluye al profesor Matsuda Tetsuya del Instituto de Ciencias del Cerebro de la Universidad de Tamagawa y al profesor asistente Ishihara Toru de la Escuela de Postgrado de Desarrollo Humano y Medio Ambiente de la Universidad de Kobe, que emplearon imágenes obtenidas por resonancia magnética (MRI) para esclarecer los cambios en la red neuronal del cerebro y la estructura de la corteza cerebral que se relacionaban con la asociación positiva entre la actividad física en la infancia y la función cognitiva en la edad adulta.

Los principales hallazgos del trabajo, que se han publicado en NeuroImage son:

  • Se demostró que las personas que se mantienen activas físicamente durante la infancia (hasta los 12 años de edad) tienen funciones cognitivas más elevadas en la adultez.
  • No se encontró una correlación entre la función cognitiva y la actividad física que se realizaba tras superar la niñez.
  • La asociación positiva entre la práctica de ejercicio en la infancia y la función cognitiva fue evidente en la segregación modular de las redes cerebrales, el fortalecimiento de la conectividad interhemisférica, el mayor grosor cortical, los menores niveles de arborización dendrítica y la reducción de la densidad.
  • Durante la infancia, la formación de la red del cerebro es susceptible a factores ambientales y relacionados con la experiencia. Se cree que el ejercicio durante este período optimiza el desarrollo de la red cerebral y está relacionado con el mantenimiento y la promoción de la función cognitiva en la edad adulta.

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El ejercicio infantil predijo una mejor inhibición de la respuesta

El objetivo del estudio era conocer si practicar ejercicio durante los primeros años de vida predice la inhibición de la respuesta en la edad adulta y, si es así, mostrar la conectividad cerebral y las estructuras corticales que contribuyen a esta asociación. Los investigadores estudiaron la relación entre el ejercicio en la infancia y la función cognitiva y las redes neuronales funcionales y estructurales subyacentes y la estructura cortical en 214 personas de entre 26 y 69 años.

Para evaluar el ejercicio infantil usaron un cuestionario (en el que se incluyeron datos como nivel educativo de los participantes y de sus padres, número de hermanos y el ejercicio practicado durante la edad adulta), y también evaluaron la capacidad de suprimir los comportamientos inadecuados (inhibición de la respuesta), que es un aspecto de la función cognitiva.

Practicar ejercicio durante la infancia (a los 12 años o menos) predijo significativamente una mejor inhibición de la respuesta

El cerebro se dividió en 360 áreas de acuerdo con el Proyecto Conectoma Humano, y se obtuvieron parámetros funcionales y estructurales para cada área. Los datos de la resonancia magnética permitieron analizar y calcular la conectividad estructural y funcional, el espesor cortical, la mielinización, el grado de dispersión en la orientación de neuritas y el índice de densidad.

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Los investigadores señalan que los resultados sugieren que practicar ejercicio durante la infancia (antes de ingresar a la escuela secundaria, a los 12 años o menos) predijo significativamente una mejor inhibición de la respuesta, y que esta asociación puede ser moderada por cambios en los circuitos neuronales, como el aumento del grosor y la eficiencia cortical y el fortalecimiento de la conectividad inter-hemisférica. Esta asociación, sin embargo, no se encontró cuando la práctica de ejercicio tuvo lugar en la adolescencia temprana o más tarde (escuela secundaria o preparatoria o con más de 12 años).

Actualizado: 5 de mayo de 2023

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