Relacionan el consumo de drogas con la exposición a redes sociales

Las redes sociales ofrecen una nueva plataforma para la compra de drogas ilícitas y además ensalzan comportamientos negativos relacionados con el uso de estas sustancias. Así lo ha dado a conocer en su informe anual la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), un ente respaldado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que ha advertido de que cada vez hay más pruebas de esta relación peligrosa.

En los datos recogidos en la publicación del informe anual de 2021 de la JIFE se expone que las redes sociales están promoviendo una visión glamurosa y atractiva de las conductas negativas y del consumo de sustancias ilícitas, especialmente en los jóvenes, que son el grupo mayoritario que utiliza estos medios.

Por otro lado, creen que cada vez es más fácil acceder a la venta de cannabis, analgésicos sujetos a prescripción médica y otras sustancias que están fiscalizadas en estas plataformas. Además, los vendedores ilegales se valen de herramientas como los pagos móviles, las monedas digitales o los servicios de monedero electrónico para facilitar y agilizar la transacción del dinero y ocultar su origen y maximizar ganancias.

La JIFE ha pedido que los gobiernos empiecen a trabajar para solventar esta situación, reglamentando las plataformas y asegurándose de que el sector privado modere y regule sus medios digitales, además de limitar la publicidad y promoción de todas las drogas que no tengan un fin médico. Jagjit Pavadia, presidenta de la JIFE ha declarado que “es imprescindible hacer frente a esa situación, no sólo por los usuarios actuales, sino también por las generaciones venideras, que utilizarán las redes sociales en su vida cotidiana”.

Medidas frente al narcotráfico

Además, también ha indicado que la legalización del cannabis para el uso no médico contraviene las convenciones de control de drogas y que en muchos casos se está confundiendo la despenalización con la legalización del consumo, cuando la legalización, descriminalización y despenalización no significan lo mismo.

La JIFE recomienda que los gobiernos reglamenten las redes sociales y controlen la publicidad y promoción de las drogas de uso no médico

El informe destaca que el narcotráfico y los flujos financieros ilícitos relacionados con él tienen consecuencias negativas para la sociedad y el desarrollo, pues hace que aumente la pobreza, la corrupción, la violencia, la desigualdad y el crimen organizado. Tanto es así, que cifra en millones de dólares las pérdidas anuales en manos de grupos delictivos organizados.

Esta pérdida de capital es especialmente importante en los países que están en desarrollo y que necesitan estos fondos para poder impulsar el crecimiento económico. Para hacer frente a los efectos negativos y a las pérdidas humanas que acarrea el comercio de drogas, la JIFE aconseja que los gobiernos tomen medidas frente a todas las etapas del narcotráfico, desde la producción y el cultivo hasta la venta y el lavado de ganancias ilegales.

También se insta a que los países compartan información sobre el crimen organizado a nivel internacional, pues según recalca Pavadia, “los flujos financieros ilícitos no reconocen fronteras ni nacionalidades, por es necesario actuar de manera colectiva”.