Test ¿Eres demasiado orgulloso?

Todos buscamos potenciar nuestra autoestima, pero el valor que se tiene hacia uno mismo debe tener un nivel intermedio. Y es que, cuando es baja se asocia a inseguridad e insatisfacción. Pero cuando es alta, se asocia al orgullo y al narcisismo. Sentirse orgulloso de uno mismo está bien y es resultado de unos niveles de autoestima adecuados. Pero cuando se es demasiado orgulloso pueden aparecer importantes problemas interpersonales debido a la creencia de que siempre se merece más que el otro, es más importante que él o sus opiniones son más válidas que las del resto. Y esa coraza puede lastrar tus relaciones con los demás.

Cuando nuestra pareja, amigos, profes o jefe nos pinchan en el orgullo, y sabemos enfocarlo, puede ser un resorte que nos ayude a superarnos y avanzar, pero si alguien es orgulloso en exceso tiende a no ser flexible, no manejar la palabra perdón ni ser capaz de ceder ante los demás, con lo que tienden más a obcecarse en tener razón que en ser sociales o felices.

Habitualmente las personas orgullosas se muestran altivas ante los otros actuando hacia ellos de forma arrogante y despreciando sus necesidades, opiniones o preferencias. Su exceso de confianza en sí mismos hace que traten en muchos casos a los demás de forma soberbia. Consideran que todo lo que hacen o deciden está bien hecho; sus decisiones y formas de ver el mundo son simplemente “perfectas” en comparación a las del resto de la gente a las que suelen valorar como mediocres.

Además, es frecuente que los niveles elevados de orgullo mantenidos en el tiempo se acaben asociando al narcisismo, un rasgo de personalidad que antepone de forma exagerada los deseos de quien los padece frente a los otros, haciéndose ajeno en muchos casos el sentimiento de culpa.

Conoce con nuestro test interactivo si tus niveles de orgullo son saludables o perjudiciales: