Un fármaco para la epilepsia se muestra prometedor para la apnea del sueño

Un reciente ensayo clínico ha revelado que el sultiame, un fármaco utilizado para tratar la epilepsia, podría ser eficaz para reducir los síntomas de la apnea obstructiva del sueño (AOS), una afección que afecta a millones de personas en todo el mundo. El estudio, presentado en el Congreso de la Sociedad Respiratoria Europea (ERS) en Viena, ofrece una nueva esperanza para quienes no toleran los tratamientos mecánicos tradicionales, como las máquinas de presión positiva continua (CPAP).

La apnea obstructiva del sueño, una condición que provoca interrupciones intermitentes en la respiración durante la noche, es más común de lo que muchos piensan. Las personas que la padecen suelen roncar fuerte, experimentar pausas en la respiración y despertarse varias veces durante la noche, lo que no solo provoca fatiga diurna, sino que también aumenta el riesgo de enfermedades graves como hipertensión, accidentes cerebrovasculares y problemas cardíacos. A pesar de su prevalencia, muchos pacientes no son conscientes de que la sufren.

Un nuevo enfoque terapéutico para la apnea del sueño

El profesor Jan Hedner, del Hospital Universitario Sahlgrenska y la Universidad de Gotemburgo, explicó que la CPAP es el tratamiento estándar para la AOS, una máquina que sopla aire a través de una mascarilla para mantener abiertas las vías respiratorias, pero muchos pacientes encuentran estas máquinas incómodas o difíciles de usar a largo plazo. "Lamentablemente, muchas personas encuentran que estas máquinas son difíciles de usar a largo plazo, por lo que es necesario encontrar tratamientos alternativos. También necesitamos comprender mejor los mecanismos subyacentes de la apnea obstructiva del sueño para ayudar a los médicos a ofrecer un tratamiento más personalizado”, afirmó Hedner.

En este ensayo clínico, que incluyó a 298 pacientes de 28 centros diferentes de cinco países europeos (España, Francia, Bélgica, Alemania y la República Checa), los participantes que no toleraban la CPAP o que se negaron a utilizar máquinas de presión positiva continua en las vías respiratorias fueron tratados con diferentes dosis de sultiame o un placebo. 74 personas tomaron 100 mg de sultiame a diario, 74 tomaron 200 mg, 75 tomaron 300 mg y los 75 restantes tomaron una pastilla placebo. El sultiame actúa inhibiendo la enzima anhidrasa carbónica, lo que ayuda a estimular los músculos de las vías respiratorias superiores. Tras 12 semanas, los resultados fueron alentadores: los pacientes que tomaron sultiame mostraron una reducción significativa en las pausas respiratorias nocturnas y una mejora en los niveles de oxígeno en sangre.

El estudio midió el número de pausas respiratorias utilizando el índice AHI3a, que mostró una reducción del 17,8% en los pacientes que tomaron la dosis más baja de sultiame, un 34,8% en los que tomaron la dosis media y un 39,9% en los que tomaron la dosis más alta. Con otro índice, AHI4, la reducción de las pausas respiratorias llegó a casi el 50%. Además, los pacientes reportaron sentirse menos somnolientos durante el día, uno de los síntomas más debilitantes de la AOS.

Las personas que tomaron las dosis más altas de sultiame tuvieron casi un 40% menos número de pausas en la respiración y mayores niveles de oxígeno en la sangre durante el sueño

Los efectos secundarios del tratamiento con sultiame, como hormigueo, dolor de cabeza y fatiga, fueron leves o moderados, lo que sugiere que el fármaco podría ser una opción viable para quienes no toleran los tratamientos tradicionales.

“Aunque el sultiame ya está disponible como tratamiento para la epilepsia infantil, aún necesitamos realizar un estudio de fase III para confirmar los efectos respiratorios beneficiosos de este fármaco en un grupo más amplio de pacientes con AOS”, señaló Hedner.  

La profesora Sophia Schiza, profesora de Medicina Respiratoria y del Sueño en la Facultad de Medicina de la Universidad de Creta (Grecia) que no participó en la investigación, añadió que “Este es uno de los primeros estudios que sugieren que un tratamiento farmacológico podría ayudar a algunos pacientes, y los resultados son prometedores. Necesitamos seguir probando el sultiame y otros tratamientos para comprender sus efectos a largo plazo, incluidos los efectos secundarios. Por ejemplo, nos gustaría ver si el tratamiento puede ayudar a reducir la presión arterial y prevenir enfermedades cardiovasculares en personas con apnea obstructiva del sueño”.

El impacto de la apnea del sueño en la vida de los afectados

La apnea obstructiva del sueño no solo afecta el descanso nocturno, sino que también tiene consecuencias a largo plazo en la salud. Las personas con AOS no tratada tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas como la hipertensión arterial, enfermedades cardíacas y metabólicas, y un mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares. Además, esta afección suele estar relacionada con ronquidos fuertes y somnolencia diurna, lo que afecta la calidad de vida de quienes la padecen.

El diagnóstico y tratamiento de la AOS es crucial, ya que puede ayudar a prevenir estas complicaciones. Sin embargo, como señala Schiza, los tratamientos actuales no funcionan para todos. El desarrollo de opciones farmacológicas, como el sultiame, podría marcar un antes y un después en la forma de tratar la AOS y mejorar la vida de millones de personas.

Este estudio ofrece una nueva vía de esperanza, aunque aún es necesario continuar investigando para confirmar estos hallazgos y evaluar si este tratamiento puede ser una alternativa segura y eficaz a largo plazo. Mientras tanto, los expertos coinciden en que la apnea del sueño sigue siendo una afección que debe abordarse de manera urgente y personalizada.

Fuente: Sociedad Respiratoria Europea (ERS)