Vinculan el COVID-19 con más riesgo de sufrir un trastorno renal agudo

El COVID-19 puede causar trastornos renales agudos, especialmente en casos moderados o graves, y el riesgo es mayor en las primeras semanas tras la infección, lo que resalta la importancia de un seguimiento médico a estos pacientes.
Persona con dolor en la zona renal

30/09/2024

Aunque el COVID-19 afecta principalmente al sistema respiratorio, también puede dañar otros órganos, como los riñones, y un grupo de científicos del Hospital de China Occidental de la Universidad de Sichuan ha llevado a cabo un estudio que revela una conexión importante entre el COVID-19 y los trastornos renales agudos, como la lesión renal aguda, y cómo esta relación varía a lo largo del tiempo. Los hallazgos se han publicado en la revista Health Data Science.

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El objetivo del estudio, dirigido por los doctores Li Chunyang y Zeng Xiaoxi del Centro de Datos Biomédicos de China Occidental, era examinar cómo la infección por SARS-CoV-2 afecta a los riñones en distintos momentos. Para ello, los investigadores utilizaron datos del Biobanco del Reino Unido y realizaron dos tipos de análisis: un estudio de cohortes emparejado y un análisis de aleatorización mendeliana, con el fin de estudiar tanto la relación como la posible causalidad entre el COVID-19 y los trastornos renales agudos.

Relación entre la infección por coronavirus y el daño a los riñones

El estudio incluyó a 10.121 pacientes con COVID-19 que fueron comparados con 29.004 personas no infectadas, seleccionadas por edad, sexo, nivel socioeconómico y si habían sido hospitalizadas. Se utilizó un modelo estadístico para analizar cómo cambiaba el riesgo de problemas renales en las semanas posteriores a la infección. Los resultados mostraron que el riesgo de desarrollar un trastorno renal agudo era mayor durante la segunda semana después de la infección, pero luego disminuía hacia la cuarta semana.

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Además, los investigadores comprobaron que solo los pacientes con COVID-19 de moderado a grave presentaban un riesgo significativo de empeoramiento de la función renal. Aquellos con síntomas leves no parecían estar en riesgo. Un análisis adicional sugirió que el COVID-19 podría tener un impacto causal a corto plazo en el desarrollo de problemas renales, especialmente durante la primera semana tras la infección.

Estos hallazgos resaltan la importancia de que los médicos monitoreen de cerca la función renal en pacientes con COVID-19, especialmente en los casos más graves, durante las primeras semanas después de la infección, ya que esto podría ayudar a mejorar el manejo clínico y las estrategias de seguimiento.

Solo los pacientes con COVID-19 de moderado a grave presentaban un riesgo significativo de empeoramiento de la función renal

Los autores del trabajo concluyen en su artículo que “el riesgo de sufrir trastornos renales agudos después del COVID-19 demuestra un patrón que varía con el tiempo. Los efectos de peligro se observaron sólo en pacientes con COVID-19 moderado o grave, pero no leve”.

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En el futuro, el equipo de investigación planea estudiar cómo varía el riesgo de trastornos renales agudos en poblaciones de Asia Oriental. Además, quieren investigar los mecanismos moleculares que podrían explicar por qué el COVID-19 afecta a los riñones, con el fin de encontrar intervenciones más específicas.

Actualizado: 30 de septiembre de 2024

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