Anticuerpos de la leche materna fortalecen la microbiota e inmunidad
14/06/2022
Son muchos los beneficios que tiene la lactancia materna sobre la salud del recién nacido. Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Weill Cornell Medicine (EE.UU.) ha descubierto que las madres podrían transferir a los bebés una serie de anticuerpos protectores contra la enfermedad gastrointestinal infecciosa que mejorarían su sistema inmune.
Concretamente, los autores se centraron en los anticuerpos llamados Inmunoglobulina G (IgG), que son los que se encargan de eliminar las bacterias y virus infecciosos que intentan adentrarse en el organismo. Para conocer cómo estos anticuerpos se transfieren de la sangre de la madre a su leche materna y cómo influyen en la inmunidad intestinal infantil frente a la citrobacter rodentium (similar a la Escherichia Coli en humanos) los investigadores utilizaron una serie de ratones.
Los resultados, que se han dado a conocer en la revista Science Immunology, indicaron que los anticuerpos IgG eran capaces de proteger a los bebés lactantes frente a infecciones intestinales. Es decir, las madres pueden transferir a sus hijos los anticuerpos beneficiosos a través de la leche materna. Y es que, las enfermedades diarreicas son la segunda causa de muerte entre los niños menores de cinco años, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Descubrimiento importante para la salud de los prematuros
En base a esto, los investigadores crearon una vacuna que incluía un componente de las bacterias intestinales con la que inmunizaron a ratones hembra antes de que estuviesen embarazadas. “El mismo concepto, en el que la vacunación aumenta los niveles de anticuerpos IgG de las madres y transfiere esta inmunidad a sus bebés, podría proteger a los bebés humanos. Esta estrategia podría beneficiar especialmente a los bebés prematuros, ya que tienden a tener un riesgo mucho mayor de enfermedades diarreicas”, cuenta la Dra. Melody Zeng.
Los ratones bebés que habían recibido anticuerpos IgG de la leche materna tenían menos riesgo de que las bacterias infecciosas se adhiriesen a sus intestinos
El estudio encontró que cuando se transfiere IgG por la leche materna a los ratones bebés se evitaba que las bacterias infecciosas que causan enfermedades se adhiriesen al revestimiento de los intestinos de los bebés, que es el primer paso para la infección.
Además, encontraron que la microbiota intestinal de los bebés contribuye al correcto desarrollo y funcionamiento del sistema inmunitario de los bebes, por lo que las bacterias útiles intestinales son capaces de entrenar al sistema inmunitario para que aprenda a reconocer rápidamente a sus parientes patógenos y acabar con ellos cuanto antes.
En cuanto a los efectos a largo plazo de los anticuerpos IgG, los investigadores encontraron evidencia de que aquellos ratones que nunca recibieron esta protección de sus madres acabaron desarrollando comunidades microbianas anormales en los intestinos, lo que se tradujo en cambios en su sistema inmunológico.
Concretamente, se observó que hubo un aumento en las células inmunitarias intestinales que generan IL-17, una citoquina proinflamatoria asociada a enfermedades inflamatorias. Al llegar a la edad adulta, los ratones que habían sido privados de IgG eran más proclives a desarrollar inflamación anormal relacionada con el trastorno inflamatorio intestinal.
Actualizado: 5 de mayo de 2023