Aprender a leer modifica el funcionamiento del cerebro

Aprender a leer modifica el funcionamiento del cerebro en los niños y les permite adaptarse a la nueva habilidad, y mejora su capacidad para asociar las imágenes de objetos con las palabras y conceptos relacionados con estos.
Madre enseñando a leer a su hija

La red neuronal responsable de la decodificación del lenguaje oral se reorganiza durante el proceso de aprendizaje de la lectura.

Aprender a leer modifica la manera en la que funciona el cerebro, para que éste pueda asumir la nueva habilidad, según se ha observado en un estudio realizado por el Centro Vasco sobre Cognición, Cerebro y Lenguaje, en el que han participado 38 niños de entre cuatro y ocho años de edad con diferentes niveles de lectura, que se ha publicado en Development Cognitive Neuroscience.

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El estudio consistió en exponer a los niños a tres estímulos distintos: 60 palabras escritas en euskera, 60 palabras escuchadas en euskera, y 60 dibujos representando objetos en blanco y negro, y comparar la actividad cerebral de los pequeños que acababan de comenzar a leer con la de los que eran más mayores y tenían un nivel de lectura superior, utilizando para ello la técnica de la magnetoencefalografía.

La actividad de las áreas del hemisferio izquierdo aumenta a medida que los niños mejoran su capacidad de lectura y el cerebro continúa desarrollándose

Los investigadores descubrieron que la red neuronal responsable de la decodificación del lenguaje oral, situada en el área frontotemporal del hemisferio izquierdo, se reorganiza durante el proceso de aprendizaje de la lectura, y también se activa cuando es necesario descifrar el lenguaje escrito, lo que demuestra que el cerebro se caracteriza por una plasticidad que le permite adaptarse para llevar a cabo nuevas tareas.

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En el estudio también se ha podido comprobar que saber leer incrementa la actividad de zonas de cerebro relacionadas con la decodificación de representaciones visuales de objetos, de manera que los niños también aprenden a asociar la imagen de un objeto con las palabras y conceptos que tienen que ver con éste.

Sendy Caffara, autora del trabajo, ha explicado que la actividad de las áreas del hemisferio izquierdo aumenta a medida que los niños mejoran su capacidad de lectura y el cerebro continúa desarrollándose, y que las zonas que intervienen en la decodificación verbal de una imagen se activan más cuanto mejor leemos, lo que nos permite analizar un dibujo muy esquemático.

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Actualizado: 10 de octubre de 2017

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