Aprueban reducir la dosis de Bexsero contra meningitis B en lactantes
03/07/2018
La vacuna Bexsero, que protege a los lactantes frente a la enfermedad meningocócica invasiva (EMI), se administra actualmente en una pauta 3+1 pero, tras revisar los datos de un estudio reciente en el que se evaluaron distintas pautas de administración, la EMA (Agencia Europea del Medicamento) ha aprobado un pauta de administración reducida, en la que se iniciaría la vacunación a los tres meses de edad, con un intervalo mínimo de dos meses entre la primera y la segunda dosis.
Thomas Breuer, Senior Vice President and Chief Medical Officer de GSK Vacunas, ha declarado que reducir de cuatro a tres (2+1) las dosis necesarias para completar el ciclo de vacunación para proteger a los lactantes contra la infección por meningitis B, obteniendo una similar respuesta inmunológica, es una nueva opción más fácil para los niños y que además reduce los costes.
Reducir el número de dosis de Bexsero durante el primer año de vida del bebé favorece el cumplimiento de la pauta vacunal
Antes de adoptar la recomendación de vacunar con la pauta 2+1, se realizó un estudio en Brasil, España, Hungría y Perú, en el que se analizaron distintas pautas de administración de la vacuna en bebés sanos a partir de los tres meses de edad. Federico Martinón-Torres, jefe de servicio de pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago y principal autor del trabajo, ha explicado que al ser menos las dosis durante el primer año de vida es más fácil que se cumpla la pauta vacunal, se reducen los costes asociados, y también resulta más accesible incluir el fármaco en el calendario vacunal.
Enfermedad meningocócica B, poco frecuente pero grave
La enfermedad meningocócica invasiva por serogrupo B, o meningitis B, es una patología poco frecuente, que afecta sobre todo a lactantes y niños menores de cinco años, y que puede llegar a ser grave, e incluso causar la muerte en solo 24 horas, ya que su evolución es rápida. Sus primeros síntomas se suelen parecer a los de la gripe, y por esto a veces su diagnóstico no es fácil.
Se estima que uno de cada 10 pacientes fallece incluso recibiendo el tratamiento adecuado, y que aproximadamente al 10% de las personas que sobrevive a la enfermedad le quedan secuelas física o neurológicas importantes, como pérdida de miembros o de audición, o convulsiones. En cuanto a las reacciones adversas más frecuentes experimentadas por los pacientes que han recibido la vacuna, han sido hinchazón y dolor en la zona de la inyección, diarrea, dolor de cabeza, articular o muscular, cansancio y escalofríos.
Actualizado: 23 de enero de 2020