Día Mundial de la Salud Mental: 1 de cada 7 menores sufre un trastorno mental

Un informe de la OMS y UNICEF alerta de que los trastornos mentales como ansiedad y depresión afectan a uno de cada siete niños y jóvenes de 10 a 19 años, y destaca la necesidad de mejorar el acceso a los servicios de salud mental y la atención temprana.
Niño pensativo y con cara de tristeza sentado en el escritorio de su habitación

10/10/2024

El informe ‘Salud mental de niños y jóvenes: Orientación de servicios presentado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en el marco del Día Mundial de la Salud Mental que tiene lugar cada 10 de octubre estima que aproximadamente uno de cada siete niños y adolescentes de entre 10 y 19 años sufre algún tipo de trastorno mental, siendo los más comunes la ansiedad, la depresión y los problemas de comportamiento.

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El informe también destaca que aproximadamente un tercio de estos trastornos mentales se manifiestan antes de los 14 años y la mitad antes de los 18. El objetivo de este informe es impulsar la mejora de los servicios de salud mental enfocados en niños y adolescentes, haciendo hincapié en la importancia de intervenir de manera temprana para ayudar a que los jóvenes alcancen su máximo potencial.

“Debemos tomar medidas para garantizar que las intervenciones basadas en pruebas y adecuadas a la edad estén disponibles y sean asequibles para todos”, ha declarado Dévora Kestel, directora de Salud Mental, Salud Cerebral y Uso de Sustancias de la OMS. Kestel subrayó además que “todos los países, independientemente de sus circunstancias, pueden hacer algo para mejorar significativamente la salud mental de sus niños y jóvenes y de sus familias”.

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Mejorar el acceso a los servicios de salud mental

Pese a la creciente necesidad de acción, el acceso a los servicios de salud mental sigue siendo limitado. La mayoría de los jóvenes que presentan síntomas preocupantes no reciben atención adecuada, debido a obstáculos como la escasez de servicios, el alto coste de los tratamientos y el estigma que persiste, lo cual les dificulta pedir ayuda.

Adicionalmente, a nivel global, los recursos financieros y humanos asignados a los servicios de salud mental son insuficientes, especialmente cuando se trata de servicios para niños y adolescentes, una carencia mucho más relevante en el caso de los países de ingresos bajos y medios.

El informe destaca que la atención a la salud mental de niños y adolescentes debe ser un esfuerzo conjunto. Aunque no existe un único modelo aplicable a todos los contextos, el reporte presenta ejemplos globales que muestran lo que es posible lograr en diferentes circunstancias.

“Es crucial integrar los sistemas de salud, educación, protección social y el apoyo comunitario para crear una red integral de servicios de salud mental para los jóvenes”

“No podemos abordar la salud mental y el bienestar de los niños, adolescentes y sus familias de manera aislada. Es crucial integrar los sistemas de salud, educación, protección social y el apoyo comunitario para crear una red integral de servicios de salud mental para los jóvenes”, ha destacado Fouzia Shafique, directora Asociada de Salud de UNICEF.

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En el informe también se denuncia que millones de niños con problemas de salud mental son institucionalizados a nivel mundial, pese a tener familias. Esta práctica, señala, viola sus derechos humanos y genera resultados negativos tanto en su salud como en su desarrollo social.

Por ello, en el documento abogan por eliminar gradualmente la atención institucionalizada, promoviendo en su lugar servicios basados en la comunidad que permitan a los niños crecer junto a sus familias, facilitando la continuidad de su educación, relaciones sociales y desarrollo personal. “Es nuestra responsabilidad colectiva dar prioridad a su salud mental como parte del bienestar general de niños y adolescentes”, concluye Shafique.

Actualizado: 10 de octubre de 2024

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