El contacto con la naturaleza mejora el rendimiento escolar

Los niños que asisten a colegios que disponen de árboles o plantas en su interior, o están situados junto a zonas verdes, tienen mejor desarrollo cognitivo y menos falta de atención, según un estudio realizado en España.
Dos niñas con uniforme escolar charlan en un parque

Los menores niveles de contaminación por tráfico en las zonas verdes se asocian con mejoras cognitivas en los escolares.

Los niños que estudian en colegios rodeados de espacios verdes como parques, o que cuentan con árboles u otras plantas en el patio del recreo, presentan una mejora de un 5% en su desarrollo cognitivo, según ha revelado un estudio realizado por investigadores del Centro aliado ISGlobal (CREAL).

Los niños que asistían a colegios situados junto a zonas verdes obtenían mayores puntuaciones en la rapidez con la que el cerebro es capaz de procesar información sencilla y compleja

En la investigación participaron casi 2.600 niños que cursaban primaria en 36 colegios de Barcelona, con edades comprendidas entre los siete y los diez años, y mediante un satélite se midieron los espacios verdes, tanto en el interior, como en el exterior de sus escuelas.

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Los investigadores realizaron a los pequeños cuatro pruebas de memoria cognitiva (una cada tres meses) y comprobaron que aquellos que asistían a centros escolares situados en las zonas más verdes obtenían mayores puntuaciones en facultades conocidas como memoria del trabajo y memoria del trabajo superior, es decir, la rapidez con la que el cerebro es capaz de procesar información sencilla y compleja. También se observó una disminución de la falta de atención en estos escolares, con independencia de la etnia y el nivel sociocultural y económico de sus padres.

Así, según los resultados del estudio, que se han publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), cada aumento del rango intercuartil de verdor total del entorno se asociaba con un incremento del 5% en la memoria del trabajo, un aumento del 6% en la memoria del trabajo superior, y una disminución del 1% en la falta de atención.

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Los autores del trabajo han explicado que los beneficios que ejerce el contacto con la naturaleza y los espacios verdes sobre el cerebro se deben en parte a que en estas zonas hay una significativa reducción de la contaminación del aire vinculada al tráfico, y que este factor representa entre el 20 y el 65% de las asociaciones estimadas entre el mejor desarrollo cognitivo y los espacios verdes, por lo que proponen que se introduzcan más árboles en las ciudades, especialmente en las que presentan altos niveles de polución.

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Actualizado: 25 de abril de 2017

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