El riesgo de autismo no es más elevado en los niños nacidos en pandemia

Un estudio revela que los niños nacidos durante el primer año de la pandemia, incluidos los que estuvieron expuestos al COVID-19 en el útero, no presentan mayor riesgo de autismo, lo que reduce la preocupación sobre el posible impacto del estrés prenatal asociado a esta situación.
Mujer embarazada durante la pandemia de Covid-19

25/09/2024

Investigadores del Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de la Universidad de Columbia han llevado a cabo el primer estudio que evalúa el riesgo de autismo entre los niños nacidos durante la pandemia y han comprobado que los que nacieron durante el primer año de la misma, incluidos aquellos que estuvieron expuestos al COVID-19 en el útero, no mostraron una mayor probabilidad de dar positivo en las pruebas de autismo en comparación con los niños no expuestos o nacidos antes de la pandemia. Sus hallazgos se han publicado en JAMA Network Open.

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“Sabemos que el riesgo de autismo tiende a aumentar con cualquier tipo de adversidad durante el embarazo, como infecciones o estrés”, explicó Dani Dumitriu, profesora asociada de pediatría y psiquiatría de la Universidad de Columbia, y autora principal del estudio. “La magnitud de la pandemia de COVID-19 hizo que pediatras, investigadores y científicos del desarrollo temieran un aumento en los casos de autismo. Afortunadamente, nuestro estudio no muestra indicios de tal incremento”.

Dumitriu también ha aclarado que el estudio no se centró en diagnósticos de autismo, sino en el riesgo de desarrollar esta condición, evaluado mediante un cuestionario de detección completado por los padres. “Es demasiado pronto para tener cifras definitivas de diagnóstico”, señala. “Sin embargo, esta herramienta es predictiva y no muestra que la exposición prenatal al COVID o a la pandemia aumente la probabilidad de desarrollar autismo”. “Ha habido mucha especulación sobre cómo está evolucionando la generación nacida durante la pandemia, y este estudio nos ofrece una primera pista sobre el riesgo de autismo”, añadió.

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Influencia del estrés materno y el COVID sobre el riesgo de autismo

El equipo de Dumitriu ha estado estudiando los posibles efectos del estrés materno relacionado con la pandemia y las infecciones en el desarrollo neurológico infantil a través de la iniciativa COMBO (Resultados Madre-Bebé por COVID-19). Los niños que se estaban desarrollando en el útero durante las primeras fases de la pandemia ahora están alcanzando la edad en la que podrían aparecer los primeros indicios de riesgo de autismo.

El estudio analizó a casi 2.000 niños nacidos en el Hospital Infantil Morgan Stanley y el Hospital Allen de NewYork-Presbyterian entre enero de 2018 y septiembre de 2021. El riesgo de autismo se evaluó a partir de las respuestas a un cuestionario de detección del desarrollo neurológico que los pediatras utilizan para evaluar el comportamiento de los niños pequeños. Se compararon los resultados entre niños nacidos antes y durante la pandemia, así como entre aquellos expuestos y no expuestos al COVID en el útero. Todos los niños fueron evaluados entre los 16 y los 30 meses de edad.

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Los investigadores no encontraron diferencias en las tasas de detección positiva de autismo entre los niños nacidos antes de la pandemia y aquellos nacidos durante ella. “El COVID sigue siendo prevalente, por lo que estas son buenas noticias para las personas embarazadas que están preocupadas por enfermar y el posible impacto en el riesgo de autismo”, comenta Dumitriu.

“Debemos tener en cuenta la experiencia única y el entorno de los niños nacidos durante la pandemia y continuar monitoreándolos para identificar posibles diferencias en su desarrollo o salud mental”

Sorprendentemente, el estudio también reveló que menos niños expuestos al COVID en el útero dieron positivo en la prueba de autismo en comparación con aquellos cuyas madres no tuvieron COVID. “Creemos que el haber tenido COVID durante el embarazo puede haber influido en la forma en que los padres evalúan el comportamiento de sus hijos”, sugiere Dumitriu. “Es posible que los padres que no tuvieron COVID hayan experimentado un mayor nivel de estrés debido a la preocupación constante por enfermar y la vigilancia para prevenir la infección, lo que podría haber llevado a reportar comportamientos más preocupantes en sus hijos”.

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¿Podría el autismo aparecer más adelante en la infancia?

A medida que los niños crezcan, los investigadores continuarán monitoreándolos para conocer los posibles diagnósticos de autismo. Sin embargo, basándose en los resultados actuales, Dumitriu cree que es poco probable que haya un aumento en los casos de autismo relacionados con el COVID.

“Los niños que estuvieron en el útero al inicio de la pandemia ya están alcanzando la edad en la que normalmente aparecerían los primeros signos de autismo, y no los estamos viendo en este estudio”, afirma Dumitriu. “Y dado que es bien sabido que el ambiente prenatal influye en el autismo, estos resultados son muy tranquilizadores”.

No obstante, los investigadores seguirán monitoreando el desarrollo neurológico de estos niños, ya que es posible que otras afecciones se manifiesten más adelante. De hecho, varios estudios sobre niños que estuvieron en el útero durante pandemias, desastres naturales, hambrunas o guerras anteriores han demostrado que otras condiciones del neurodesarrollo, posiblemente desencadenadas por un entorno estresante, pueden aparecer en la adolescencia o incluso en la adultez temprana.

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“Debemos tener en cuenta la experiencia única y el entorno de los niños nacidos durante la pandemia, incluyendo el estrés parental y el aislamiento social, y continuar monitoreándolos para identificar posibles diferencias en su desarrollo o salud mental”, concluye Morgan Firestein, investigadora asociada en psiquiatría y primera autora del estudio.

Actualizado: 25 de septiembre de 2024

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