El uso diario de filtros de aire beneficia a los niños con asma
08/04/2020
Los filtros de aire que atrapan partículas finas de contaminación PM2,5 –cuyo diámetro es inferior a 2,5 micrómetros y se deben a las emisiones del tráfico y la industria– no solo ayudan a los niños asmáticos a respirar mejor, sino que pueden prevenir la aparición de crisis de asma en los pequeños, según revela una nueva investigación que han llevado a cabo científicos estadounidenses y chinos, y se ha publicado en la prestigiosa revista de la Asociación Médica Americana JAMA Pediatrics.
Según han comprobado estos investigadores el uso continuado de estos filtros de aire en la habitación de los menores que padecen algún tipo de asma contribuye tanto a prevenir los brotes asmáticos, como a aliviar sus síntomas, como los ataques de tos o la dificultad para respirar, y los resultados del estudio muestran una mejoría fisiológica en las vías respiratorias de los niños.
Los niños que usaron los filtros a diario durante dos semanas experimentaron una reducción de la resistencia de las vías aéreas y la inflamación pulmonar
Junfeng Zhang, profesor de Salud Global y Ambiental en la Nicholas School of the Environment de la Universidad de Duke ha explicado que sus hallazgos revelan que emplear un purificador de aire para disminuir la exposición de las vías respiratorias inferiores a sustancias contaminantes podría ayudar a que los niños asmáticos respirasen con más facilidad sin necesidad de recurrir a los medicamentos que se usan en el tratamiento del asma, y que su objetivo es realizar un ensayo clínico que permita confirmar dichos hallazgos.
El uso de los filtros redujo la inflamación pulmonar en los niños
La investigación –un estudio cruzado doble ciego– se llevó a cabo en un suburbio de la ciudad de Shanghai en 2017 durante un periodo de tiempo en el que la contaminación atmosférica asociada a PM2.5 era moderadamente elevada. Los investigadores proporcionaron dos filtros de aire a 43 niños que presentaban asma de leve a moderada para que los usaran en sus dormitorios.
Uno de los dispositivos era un filtro de aire de partículas de alta eficiencia (HEPA) que tenía la capacidad de eliminar PM2.5, y el otro era un filtro falso. Cada uno de ellos se utilizó durante dos semanas en orden aleatorio con un intervalo de dos semanas en el medio, sin que ni los pequeños ni sus familias supieran cuál era el filtro que estaban usando.
Los científicos comprobaron que las concentraciones de PM2.5 en el interior de las habitaciones de los niños se mantenían entre un tercio y dos tercios más bajas cuando funcionaban los filtros de aire reales en comparación con cuando se usaban los falsos, ha declarado Michael H. Bergin, profesor de ingeniería civil y ambiental en la Escuela de Ingeniería Pratt de la Universidad de Duke.
Las concentraciones de PM2.5 en el interior de las habitaciones de los niños se mantenían entre un tercio y dos tercios más bajas cuando funcionaban los filtros de aire
El experto ha añadido que esta disminución se asoció a una significativa mejoría en la facilidad con la que entraba y salía el aire de las vías respiratorias y los pulmones de los pequeños asmáticos; de hecho, los niños que usaron a diario los filtros durante dos semanas experimentaron una reducción de la resistencia de las vías aéreas y la inflamación pulmonar, así como un aumento de la elasticidad de las vías respiratorias, entre otros beneficios.
Entre las mejorías detectadas destacan: una disminución promedio del 24% en la resistencia total de la vía aérea, una reducción promedio del 43,5% en la resistencia de la vía aérea pequeña, una reducción promedio del 27,6% en el óxido nítrico exhalado –un biomarcador de inflamación pulmonar–, y un incremento promedio del 73,1% en la elasticidad de la vía aérea.
Estos beneficios se mantuvieron únicamente mientras se usaban los filtros de aire auténticos, pero Zhang afirma que si los pequeños usaran a diario estos dispositivos probablemente los beneficios serían continuos. Por ello, según los investigadores, si los ensayos clínicos que se realicen confirman los resultados obtenidos en este trabajo los filtros se podrían considerar una práctica medida para prevenir los ataques de asma en los entornos contaminados al aire libre o en recintos cerrados, e incluso ayudar a salvar vidas en zonas próximas a un incendio forestal.
Riesgos de inhalar partículas PM2.5 para los asmáticos
Las partículas finas PM2.5 se originan a partir de las emisiones a la atmósfera de combustibles fósiles, incendios forestales y otros tipos de quema de biomasa, fuentes industriales y vehículos que consumen gasolina y diesel para funcionar, y constituyen un contaminante ambiental muy perjudicial para la salud.
Estas partículas tienen un diámetro 30 veces inferior al de un cabello humano, por lo que son muy fáciles de inhalar y además pueden penetrar profundamente en las vías respiratorias inferiores, y provocar así los síntomas del asma, o exacerbarlos. En estos casos, además, los inhaladores no alivian al paciente, ya que están específicamente destinados a abrir las vías respiratorias superiores.
Actualizado: 4 de mayo de 2023