Expertos recomiendan el método baby-led weaning

Desde la AEPap recomiendan el baby-led weaning, un método con el que los bebés a partir de seis meses aprenden a comer solos manipulando los alimentos con las manos, y probando diferentes sabores y texturas.
Un bebé en la trona come trozos de verduras cocidas que tiene delante

Con el baby-led weaning el bebé se acostumbra a nuevas texturas y sabores, y al masticar se fortalecen los músculos de su boca.

El baby-led weaning es un método que consiste en que los bebés, a partir de los seis meses de edad y siempre y cuando tengan las capacidades motoras y cognitivas adecuadas, cogen los alimentos previamente troceados con sus manitas, los manipulan a su gusto, y se los llevan a la boca para probar distintos sabores y texturas e ir aprendiendo a masticar y a decidir si quieren comer más o ya están saciados.

El baby-led weaning es compatible con la lactancia materna porque a partir de los seis meses, tanto si el bebé es amamantado como si se le alimenta con leche de fórmula, necesita otros alimentos para cubrir sus necesidades nutricionales

Aunque el hábito de alimentar a los bebés con purés es más cómodo para los padres y resulta también más rápido que esperar a que el niño mastique y trague la comida, los especialistas en pediatría recomiendan esta alternativa porque es conveniente que el pequeño se vaya acostumbrando poco a poco a comer lo mismo que el resto de la familia –pescado, garbanzos, patatas, galletas, pollo, judías verdes, frutas…–, y la masticación contribuye al fortalecimiento de los músculos de la boca.

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El baby-led weaning es compatible con la lactancia materna porque, según los expertos de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), a partir de los seis meses, tanto si el bebé es amamantado como si se le alimenta con leche de fórmula, es necesario suministrarle otros alimentos para cubrir sus necesidades nutricionales, y precisamente uno de los objetivos de este método es que la alimentación sea a demanda de las necesidades del niño, que puede demostrar con gestos si tiene hambre o se ha saciado.

Los pediatras de la AEPap señalan que dejar al niño tocar y degustar los alimentos favorece la adopción de hábitos dietéticos saludables, ya que le ayuda a aceptar una gran variedad de sabores y texturas desde muy pequeño y a no rechazar alimentos sanos porque le resulten extraños, y además aprenderá a regular la cantidad de comida que ingiere y a desarrollar la sensación de saciedad, lo que previene el riesgo de obesidad infantil.

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Actualizado: 12 de junio de 2017

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