La leche de cada mamá transfiere un grupo único de anticuerpos a su bebé
19/07/2023
Las huellas dactilares son una característica exclusiva de cada ser humano que permite identificar a una persona sin margen de error. Ahora, un grupo de científicos ha comprobado que también la leche materna de cada mujer es diferente, ya que contiene un conjunto único de anticuerpos que se mantiene estable durante el embarazo y la lactancia. A esta conclusión ha llegado un nuevo estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, que ha sido publicado en Journal of Experimental Medicine.
El sistema inmunitario de los bebés no está completamente desarrollado cuando nacen, por lo que los anticuerpos que se transfieren a través de la placenta y de la leche materna son los que los protegen frente a bacterias perjudiciales. Estos anticuerpos se unen a las bacterias en el intestino y evitan que invadan al huésped. Por ello, los hallazgos ayudan a comprender por qué algunos bebés están más protegidos que otros frente a diversas infecciones y por qué algunos desarrollan enterocolitis necrosante (ECN), una grave enfermedad inflamatoria intestinal que afecta sobre todo a bebés prematuros y puede llegar a causar su muerte.
“Si bien cada donante de leche en nuestro estudio tenía perfiles de anticuerpos muy diferentes entre sí, descubrimos que los anticuerpos del mismo donante eran bastante similares a lo largo del tiempo, incluso a lo largo de meses”, ha explicado Timothy Hand, profesor asociado de pediatría e inmunología en la Escuela de Medicina de Pitt y en el Hospital Infantil UPMC de Pittsburgh y autor principal. “Esto significa que, si los padres de un bebé carecen de anticuerpos particulares, como los que evitan la ECN, nunca recibirán esa inmunidad. Esto podría ayudar a explicar por qué algunos bebés desarrollan ECN y otros no”.
“Diferentes mujeres tienen diferentes microbiomas y se han enfrentado a diferentes infecciones, por lo que tiene mucho sentido que los anticuerpos de la leche materna reflejen esa variabilidad”
La enterocolitis necrosante se ha relacionado con una familia de bacterias llamadas Enterobacteriaceae y es de dos a cuatro veces más frecuente en bebés alimentados con leche de fórmula que en aquellos alimentados con lactancia materna. En un estudio previo, Hand y su equipo encontraron que las Enterobacteriaceae en muestras fecales de bebés sanos se unían principalmente a anticuerpos maternos, mientras que los bebés que desarrollaron ECN tenían más bacterias que evitaron esta unión. Hand sospechaba que la variación en la inmunidad de los bebés con ECN se debía a que cada madre transmitía diferentes anticuerpos, y el nuevo estudio apoya esta hipótesis.
Misma cantidad y diversidad de anticuerpos en caso de parto prematuro
Los investigadores analizaron la leche materna de donantes del Human Milk Science Institute and Biobank en Pittsburgh y del Mommy's Milk Human Milk Research Biorepository en San Diego, y utilizaron una variedad de bacterias diferentes para medir a qué cepas se unían los anticuerpos de cada donante.
“Los perfiles de anticuerpos de los donantes individuales se veían completamente diferentes, que es lo que esperábamos, pero pudimos mostrar por primera vez”, dijo Hand. “Durante el embarazo, las células B viajan desde el intestino hasta la glándula mamaria, donde comienzan a producir anticuerpos. La mamá está tratando de proteger a su bebé usando anticuerpos que ella usa para proteger su propio intestino. Diferentes mujeres han llevado vidas diferentes, tienen diferentes microbiomas y se han enfrentado a diferentes infecciones, por lo que tiene mucho sentido que los anticuerpos de la leche materna reflejen esa variabilidad”.
Durante el período de lactancia, la leche materna cambia de calostro rico en proteínas altamente concentrado a leche madura. Para averiguar si la composición de los anticuerpos también cambia, Hand y su equipo compararon la leche materna de las mismas donantes a lo largo del tiempo, y observaron a las mismas donantes durante múltiples embarazos.
“Los anticuerpos no solo fueron similares en las donantes durante un embarazo, sino que también fueron notablemente estables entre los bebés”, indica Hand. “Esto sugiere que cuando las células B llegan al tejido mamario, no se van. Esto es importante para comprender cómo los bebés adquieren inmunidad y cómo lidian con las infecciones”.
Los investigadores también analizaron si los anticuerpos de la leche materna eran diferentes si una donante tenía un parto prematuro. “Algunas células B se mueven a la glándula mamaria durante el tercer trimestre, por lo que nos preguntamos si una persona da a luz antes de que se complete este trimestre, su leche tendrá menos anticuerpos”, comenta Hand. “La buena noticia fue que no encontramos ninguna diferencia: las personas que dan a luz antes de término tienen la misma cantidad de anticuerpos y la misma diversidad que las que dan a luz a término”.
Otros estudios habían mostrado que alimentar a un bebé prematuro con la leche de su madre era la mejor forma de disminuir las probabilidades de que desarrolle ECN, pero si no está disponible, la leche de donante es un sustituto o suplemento importante. Esta leche se esteriliza para eliminar a las bacterias, pero no se ha comprobado si este proceso también afecta a los anticuerpos.
Los autores del nuevo estudio descubrieron que la pasteurización reducía los niveles de anticuerpos en la leche de donante. Aunque probablemente esto significa que los bebés alimentados con leche de donante reciben menos anticuerpos que aquellos amamantados por su madre, Hand ha señalado que es necesario continuar investigando para conocer qué niveles de anticuerpos protegen contra enfermedades como la ECN. Determinar cuáles son las bacterias específicas que suponen un mayor peligro para los bebés prematuros en riesgo de sufrir ECN ayudaría a los científicos a desarrollar anticuerpos que se podrían añadir a la leche de fórmula o a la leche materna para incrementar su capacidad inmunitaria.
Actualizado: 19 de julio de 2023