La vacunación contra el COVID puede reducir los síntomas de asma en niños
05/07/2024
El asma es una de las enfermedades crónicas más frecuentes en la población infantil y en España afecta al 5,7% de los menores de 14 años (alrededor de 397.000), que experimentan síntomas como tos persistente, sibilancias, dificultades para respirar, opresión en el pecho o fatiga, entre otros, que interfieren en sus actividades cotidianas.
Estas molestias se aliviaron en muchos pacientes pediátricos gracias a la vacunación contra el COVID-19, según ha revelado un estudio realizado por investigadores de Nemours Children’s Health y Endeavor Health en Estados Unidos, que ha encontrado que en los estados con altas tasas de vacunación contra el COVID-19 se observó una mejora en los síntomas del asma infantil.
“El asma es una de las enfermedades crónicas más comunes entre los niños en los Estados Unidos, y aproximadamente a 4,7 millones de niños presentan síntomas cada año”, ha señalado el autor principal, el Dr. Matthew M. Davis, vicepresidente ejecutivo y director científico de Nemours Children’s Health. “Independientemente de si el asma es leve o grave, afecta a la calidad de vida de los niños. Por lo tanto, cualquier cosa que podamos hacer para ayudarlos a evitar los brotes es beneficiosa”.
En los primeros meses de la pandemia de COVID-19 en 2020, se cree que el distanciamiento social y el cierre de escuelas contribuyeron a reducir los brotes de asma en muchos pacientes pediátricos. El Dr. Davis y su coautora, la Dra. Lakshmi Halasyamani, directora clínica de Endeavor Health en Evanston, Illinois, se preguntaron si ese beneficio se extendió hasta 2021, a medida que las primeras vacunas contra el COVID se administraban ampliamente a los adultos y luego a los niños.
Factores que habrían influido en la reducción de los síntomas del asma
Los investigadores compararon el cambio en los síntomas del asma infantil reportados por los padres entre 2018-2019 y 2020-2021 y combinaron esos datos con las tasas de vacunación contra el COVID-19 para personas de 5 años en adelante en 2020-2021, según lo informado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. De esta forma, descubrieron que con cada incremento de 10 puntos porcentuales en la cobertura de vacunación contra el COVID-19, los síntomas de asma reportados por los padres disminuyeron en 0,36 puntos porcentuales.
Los estados posicionados en el 25% más alto de las tasas de vacunación contra el COVID-19 tuvieron una disminución de 1,7 puntos porcentuales en los síntomas de asma, un impacto casi tres veces más favorable que los estados en el 25% más bajo de las tasas de vacunación, en los que se observó una disminución promedio de solo 0,6 puntos porcentuales en 2020-2021, en comparación con 2018-2019. Estos resultados se han publicado en JAMA Network.
Los coautores han explicado que existe varios factores que podrían haber contribuido a la reducción de los síntomas del asma. La inmunidad comunitaria o ‘inmunidad de rebaño’ en los estados con mayores tasas de vacunación puede haber ayudado a reducir el riesgo de los niños de contraer COVID-19 y desarrollar complicaciones asmáticas. Otra posibilidad es que los niños que viven en estados con mayores tasas de vacunación contra el COVID-19 podrían haber sido más propensos a recibir las vacunas poco después de que se aprobaran para sus grupos de edad.
Con cada incremento de 10 puntos porcentuales en la cobertura de vacunación contra el COVID-19, los síntomas de asma reportados por los padres disminuyeron en 0,36 puntos porcentuales
Según los autores, estos hallazgos también sugieren que las vacunas contra el COVID-19 pueden combatir eficazmente otras enfermedades derivadas de coronavirus, incluido el resfriado común. “La vacunación continua contra el COVID-19 puede ofrecer beneficios directos para los niños con antecedentes de asma, pero esto debe confirmarse con más investigaciones”, dijo la Dra. Halasyamani. “También plantea la cuestión de si la vacunación masiva contra el COVID-19 entre niños y adultos puede ayudar a proteger también a los niños con asma”.
Los autores señalaron que una limitación del estudio es que no midieron las tasas de vacunación específicamente en niños con asma. Además, aunque los datos reportados por los padres se consideran una medida significativa de la experiencia del paciente, se podrían usar datos adicionales como estancias hospitalarias o visitas a urgencias para confirmar sus hallazgos.
Actualizado: 5 de julio de 2024