Los adolescentes que duermen poco tienen más riesgo de obesidad
29/08/2022
Dormir bien es esencial para tener una buena salud a cualquier edad, pero en el caso de los niños y adolescentes es fundamental para su correcto desarrollo físico e intelectual. La Academia Estadounidense de Medicina del Sueño recomienda que los niños de seis a 12 años duerman entre nueve y 12 horas por noche, mientras que los adolescentes de 13 a 18 años deberían dormir entre ocho y 10 horas.
Hay numerosas evidencias científicas que asocian un sueño de mala calidad o insuficiente con el desarrollo de enfermedades y un nuevo estudio realizado por científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) ha encontrado que los adolescentes que duermen menos de ocho horas tienen más probabilidades de desarrollar sobrepeso u obesidad que sus semejantes que duermen lo suficiente.
Los resultados del trabajo se han presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, ESC 2022, y también han mostrado que los que dormían menos tenían más posibilidades de presentar una combinación de otras características poco saludables, como un exceso de grasa, tensión arterial alta y niveles anormales de lípidos y glucosa en la sangre.
“Nuestro estudio muestra que la mayoría de los adolescentes no duermen lo suficiente y que esto está relacionado con el exceso de peso y las características que promueven el aumento de peso, lo que podría generarles problemas futuros”, ha explicado Jesús Martínez Gómez, investigador en el Laboratorio de Imagen y Salud Cardiovascular del CNIC y autor del estudio que añade: “Actualmente estamos investigando si los malos hábitos de sueño están relacionados con un uso excesivo de dispositivos electrónicos, lo que podría explicar por qué los adolescentes de más edad duermen incluso menos que los más jóvenes”.
Buenos hábitos de sueño para prevenir problemas de salud
Los investigadores han analizado la asociación entre la duración del sueño y la salud en 1.229 adolescentes de ambos sexos que estudiaban en institutos públicos de educación secundaria en España. Los participantes tenían una edad promedio de 12 años al inicio del estudio y fueron seguidos durante cuatro años, en los que se evaluaron las horas de sueño durante siete días con un rastreador de actividad portátil que llevaba cada participante en las edades de 12, 14 y 16 años.
“La mayoría de los adolescentes no duermen lo suficiente y esto está relacionado con el exceso de peso y las características que promueven el aumento de peso”
Se consideró como un periodo de descanso óptimo ocho horas o más de sueño, y de acuerdo con este criterio los menores fueron clasificados como durmientes muy cortos (menos de siete horas), durmientes cortos (entre siete y ocho horas) y óptimos (aquellos que dormían ocho horas o más). El sobrepeso y la obesidad se establecieron en función del índice de masa corporal. Para calcular el síndrome metabólico se basaron en datos como la circunferencia de la cintura, la presión arterial y los niveles de glucosa y lípidos en la sangre.
Comprobaron que, a los 12 años, solo el 34% de los participantes dormía al menos ocho horas por noche, un porcentaje que disminuyó al 23% y al 19% a los 14 y 16 años, respectivamente, y que los niños eran más propensos a dormir menos. Aquellos adolescentes que dormían más también tenían un sueño de mejor calidad, es decir, experimentaban menos despertares durante la noche y pasaban una mayor proporción del tiempo durmiendo en la cama, en comparación con los que dormían menos.
La prevalencia de sobrepeso/obesidad fue del 27%, 24% y 21% a los 12, 14 y 16 años, respectivamente. Tras ajustar factores que podían influir en el descanso nocturno de los participantes como la educación de los padres, la intensidad de la actividad física, la condición de migrante, la condición de fumador, el consumo de energía, la ciudad de residencia (Madrid o Barcelona) y la escuela a la que asistían, los investigadores analizaron las asociaciones entre la duración del sueño, el sobrepeso/obesidad y la puntuación del síndrome metabólico.
En comparación con las personas que duermen de forma óptima, el sobrepeso/obesidad fue un 21% y un 72% más probable en las personas que duermen muy poco a los 12 y 14 años, respectivamente. Los que dormían poco tenían un 19% y un 29% más de probabilidades de tener sobrepeso/obesidad en comparación con los que dormían de forma óptima a los 12 y 14 años, respectivamente. Además, tanto los que dormían muy poco, como los que dormían poco, tenían puntuaciones promedio más elevadas de síndrome metabólico a los 12 y 14 años, en comparación con los que disfrutaban de un sueño óptimo.
“Las conexiones entre la falta de sueño y la mala salud fueron independientes de la ingesta de energía y los niveles de actividad física, lo que indica que el sueño en sí mismo es importante”, asegura el Dr. Rodrigo Fernandez-Jiménez, líder de grupo del laboratorio de Imágenes y Salud Cardiovascular.
Actualizado: 5 de mayo de 2023