Los niños con autismo que hablan más de un idioma tienen mejor cognición
09/01/2025
Hablar más de un idioma ayuda a mejorar nuestra capacidad cognitiva y aprender una nueva lengua en la mediana edad es uno de los factores que pueden contribuir a retrasar el envejecimiento del cerebro. Y es que la actividad intelectual es clave para potenciar la reserva cognitiva, que es la capacidad para compensar el deterioro que sufre nuestro cerebro a medida que envejecemos.
El multilingüismo es positivo para todos, pero en el caso de los niños con autismo parece ser especialmente recomendable, ya que una investigación realizada por expertos de UCLA Health (EE. UU.) ha encontrado nuevas evidencias que indican que hablar varios idiomas podría ayudar a reducir ciertos síntomas en los niños con autismo y mejorar el control de los pensamientos y acciones cotidianas, algo que también se observó en los menores que no presentaban este trastorno.
Los resultados del estudio se han publicado en Autism Research y muestran que los padres de niños autistas y no autistas que viven en hogares multilingües informaron de que sus hijos tenían una función ejecutiva más desarrollada en comparación con aquellos de hogares monolingües. Esto incluye habilidades como la capacidad de centrar su atención, comprender las perspectivas de los otros, comunicarse eficazmente y mostrar menos comportamientos repetitivos.
“Hablar varios idiomas, independientemente de si se tiene un diagnóstico de autismo o no, está relacionado con una mejor capacidad de inhibición, flexibilidad cognitiva y comprensión de perspectivas”, ha explicado la Dra. Lucina Uddin, autora principal del estudio, profesora de Psiquiatría y Ciencias Bioconductuales en UCLA Health, y directora del Laboratorio de Conectividad Cerebral y Cognición de UCLA, en una nota publicada por el centro.
El multilingüismo mejora la flexibilidad cognitiva de los niños
La investigación se inició en la Universidad de Miami e incluyó a 116 niños de entre 7 y 12 años, con y sin autismo, y que vivían en hogares monolingües y multilingües. En la mayoría de los hogares multilingües se hablaba español e inglés. A los padres se les pidió que evaluaran las habilidades de función ejecutiva de sus hijos, que suelen estar afectadas por el trastorno del espectro autista.
Las áreas evaluadas incluyeron inhibición, en concreto la capacidad para evitar distracciones o suprimir respuestas irrelevantes; memoria de trabajo, que es la habilidad para retener información, como recordar un número de teléfono; flexibilidad cognitiva (capacidad para alternar entre diferentes tareas, como jugar con juguetes y después recogerlos). Además, se pidió a los progenitores que evaluaran habilidades específicamente relacionadas con el autismo, como la capacidad de comprender distintas perspectivas, la comunicación social y la frecuencia de comportamientos repetitivos.
“Cuando alguien habla dos idiomas, debe suprimir uno mientras utiliza el otro. Esa es la idea: que el conocimiento de dos lenguas puede fortalecer la capacidad de inhibición”
Los investigadores comprobaron que el multilingüismo se asocia con una mejor inhibición, flexibilidad y capacidad de comprender perspectivas, tanto en niños con autismo, como en aquellos sin esta condición. “Cuando alguien habla dos idiomas, debe suprimir uno mientras utiliza el otro. Esa es la idea: que el conocimiento de dos lenguas puede fortalecer la capacidad de inhibición”, señaló Uddin.
Además, hablar varios idiomas tuvo un impacto positivo en algunos de los principales síntomas del autismo, mejorando la comunicación, reduciendo comportamientos repetitivos y potenciando las habilidades para tomar perspectiva. Uddin destacó que a algunos padres de niños autistas les puede preocupar que el aprendizaje de varios idiomas retrase el desarrollo del lenguaje en sus hijos, pero aseguró que los datos actuales no solo descartan un impacto negativo, sino que también apuntan a posibles beneficios a largo plazo.
“La conclusión principal es que no vemos efectos negativos por hablar varios idiomas en casa”, afirmó Uddin. “De hecho, es beneficioso celebrar todos los idiomas asociados con tu cultura”. En base a estos hallazgos, Uddin planea ampliar el estudio para superar algunas limitaciones del actual. La próxima fase incluirá a unos 150 niños con autismo y dispondrá de pruebas adicionales de función ejecutiva, evaluaciones lingüísticas y estudios de neuroimagen.
Actualizado: 9 de enero de 2025