No se debe interrumpir la lactancia a causa del zika

La OMS recomienda que se continúe amamantando a los bebés al menos hasta los seis meses, a pesar del brote de zika, porque los beneficios de la lactancia materna superan los posibles riesgos de contagiar al bebé.
Una madre amamanta a su bebé

La OMS insiste en los beneficios de la lactancia para madre y bebé, y aconseja que no se interrumpa por temor al zika.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado que no se interrumpa la lactancia materna a consecuencia del brote de zika que se ha extendido por América Latina, porque a pesar de que se ha encontrado el virus en muestras de leche materna de mujeres afectadas por la infección, los beneficios que supone este tipo de alimentación, tanto para el bebé como para la madre, superan los posibles riesgos de contagio, según ha informado este organismo a través de un comunicado.

De momento no se ha registrado ningún caso de transmisión del virus del Zika a través de la leche materna, ni complicaciones o trastornos neurológicos graves en niños infectados por este virus tras el nacimiento

Por el momento no se ha registrado ningún caso de transmisión del virus del Zika a través de la leche materna, ni tampoco complicaciones ni trastornos neurológicos graves en niños infectados por este virus tras el nacimiento, por lo que la OMS ha insistido en sus recomendaciones sobre el periodo de lactancia, recordando que debe iniciarse una hora después del parto y mantenerse como alimentación exclusiva durante los seis primeros meses de vida del bebé, y también ha solicitado que las mujeres que deseen amamantar a sus bebés reciban el apoyo de la sociedad.

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La organización también ha hecho referencia a la microcefalia y el síndrome de Guillain-Barré, dos de las principales complicaciones que se asocian con la infección por virus Zika, y ha pedido que se mida con regularidad el perímetro craneal de los recién nacidos durante las cinco primeras semanas porque si el tamaño de la cabeza es menor que el promedio el niño puede tener microcefalia o una grave malformación congénita.

Los bebés que presenten estos problemas deben ser controlados periódicamente, y aunque en muchos casos las consecuencias no serán irreversibles, en aquellos niños en los que el síndrome de Guillain-Barré progrese con rapidez es necesario adoptar medidas para instaurar un tratamiento apropiado, incluido el ingreso hospitalario cuando sea preciso.

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Actualizado: 31 de julio de 2017

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