Pasar adversidades de niño perjudica la salud en la adolescencia

Los niños que experimentan varias situaciones adversas durante su infancia, como catástrofes naturales, abusos sexuales, enfermedad o muerte de los padres, tienen más problemas de salud física y mental en la adolescencia.
Niño triste mirando la ventana

Los niños que pasan por momentos difíciles durante su infancia tienen más problemas de salud y de conducta.

Las experiencias que viven los niños durante su infancia, sobre todo las negativas, son determinantes para su salud futura. Un estudio llevado a cabo por la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington (Estados Unidos) ha observado que los menores que pasan por situaciones adversas, como la muerte de uno de los padres, sufrir abusos sexuales, o criarse en la pobreza tienen más problemas de salud física y mental en la adolescencia.

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Los científicos que participaron en el estudio, publicado en la revista JAMA Pediatrics, encontraron que los niños que pasaron por varios momentos difíciles antes de los ocho años de edad tenían un 15% más probabilidades de desarrollar depresión en los años preadolescentes y adolescentes –entre los 9 y los 15 años–, y un 25% más riesgo de sufrir asma o trastornos gastrointestinales.

Los niños que habían vivido situaciones adversas tuvieron un 15% más riesgo de depresión y un 25% más de asma y problemas gastrointestinales

Las adversidades alteran el volumen cerebral en los niños

Otro de los hallazgos de los investigadores fue que la estructura cerebral encargada de la regulación de las emociones de los niños que habían vivido experiencias adversas en la infancia era más pequeña frente a la de los que habían tenido una vida más estable. Según los autores, esto podría deberse a que el estrés que provocan los acontecimientos traumáticos interfiere en el volumen del cerebro y, por tanto, hace que sean más vulnerables a tener malos comportamientos y a presentar problemas como dietas insuficientes y conductas de más riesgo, que contribuyen a tener una peor salud física y mental.

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El estudio contó con la participación de 119 niños con edades comprendidas entre los tres y los seis años al comienzo de la investigación. Para poder obtener los resultados se analizaron los fenómenos que les habían ocurrido a los pequeños, como detenciones policiales a alguno de los padres, catástrofes naturales, o enfermedad grave de los progenitores con hospitalización, todo ello en un periodo de unos cinco años.

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Actualizado: 4 de mayo de 2023

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