Relacionan el desarrollo cognitivo de los bebés con su microbioma

Los niveles de ciertos tipos de microbios presentes en los intestinos de los bebés estaban asociados con el rendimiento en pruebas de desarrollo cognitivo temprano, según ha revelado un pequeño estudio exploratorio realizado por Sebastian Hunter de la Universidad de Columbia Británica (Canadá) y sus colegas, que han publicado sus hallazgos en la revista PLOS ONE.

Muchos estudios científicos han destacado numerosas formas en las que la comunidad formada por los diferentes microbios que se encuentran de forma natural en el intestino humano (el microbioma) está conectada con la salud, incluida la salud del cerebro, lo que se cononce como eje intestino-cerebro. Varios estudios en animales y humanos han sugerido conexiones entre el microbioma y el desarrollo cerebral en los primeros años de vida, pero pocos han estudiado cómo podrían estar asociadas las diferencias en los microbiomas de los bebés con diferencias en sus habilidades cognitivas emergentes.

Para ayudar a profundizar la comprensión de estas posibles conexiones, Hunter y sus colegas analizaron datos de 56 bebés de cuatro a seis meses. Cada uno de los bebés había completado al menos una de las tres evaluaciones de diversas habilidades cognitivas, y los investigadores analizaron sus microbiomas intestinales utilizando muestras fecales.

Papel del microbioma en el desarrollo cognitivo temprano

Los investigadores comprobaron que los bebés que tenían éxito en una prueba de atención social conocida como "señalar y mirar", que mide la capacidad de compartir el enfoque en un objeto con otra persona, tendían a tener mayores cantidades de microbios en el filo Actinobacteria, el género Bifidobacterium y el género Eggerthella, y menores cantidades de microbios en el filo Firmicutes, el género Hungatella y el género Strepcococcus.

"En nuestro pequeño estudio piloto observamos asociaciones interesantes entre el microbioma y la función cerebral en la primera infancia"

Mientras tanto, las mediciones de electroencefalograma de la actividad cerebral de los bebés en respuesta a escuchar un latido constante mostraron que ciertos patrones de actividad relacionados con un mejor procesamiento rítmico se asociaron con niveles más altos o más bajos de ciertos tipos de microbios, así como con niveles de ciertas reacciones químicas metabólicas que involucran microbios que estudios previos han relacionado con el desarrollo del cerebro y la médula espinal.

No se encontraron vínculos entre el microbioma y las mediciones del flujo sanguíneo en los cerebros de los bebés en respuesta a las grabaciones auditivas del habla humana hacia adelante y hacia atrás. En general, estos hallazgos están en línea con la idea de que el microbioma podría influir en el desarrollo cognitivo temprano, pero se necesita más investigación para confirmar y aclarar sus mecanismos de actuación.

Los autores añaden: "En nuestro pequeño estudio piloto observamos asociaciones interesantes entre el microbioma y la función cerebral en la primera infancia. La replicación y la investigación adicionales podrían ser fructíferas para comprender el papel del microbioma en el desarrollo cognitivo temprano".