Revelan la posible causa del brote de hepatitis aguda grave infantil
31/03/2023
Hace un año las autoridades sanitarias europeas y la Organización Mundial de la Salud alertaban sobre un brote de hepatitis aguda grave de origen desconocido que afectó a niños –la mayoría previamente sanos– menores de 16 años en más de 35 países, incluido España, y que se caracterizaba por una elevación de las transaminasas que con frecuencia se presentaba con ictericia, y que a veces incluía síntomas gastrointestinales, como vómitos.
La hepatitis pediátrica es infrecuente y por ello saltaron las alarmas. Hasta ahora se han producido alrededor de 1.000 casos, 50 de los afectados han necesitado un trasplante de hígado, y al menos 22 han fallecido. Ahora, un estudio ha vinculado esta enfermedad con coinfecciones de varios virus comunes y, especialmente, con una cepa del virus adenoasociado tipo 2 (AAV2). Sus resultados se han publicado en Nature.
La investigación ha sido realizada por científicos de la Universidad de California-San Francisco (UCSF), que han explicado que los AAV no tendrían la capacidad de provocar hepatitis por sí solos y que necesitarían utilizar otros virus 'ayudantes', como los adenovirus que provocan catarros y gripes, para replicarse en el hígado.
Una afirmación con la que no estaría de acuerdo Marina Berenger Haym, del grupo de Hepatología y Trasplante Hepático, IIS La Fe, coordinadora del grupo Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD) y presidenta de la Sociedad Internacional de Trasplante Hepático, que ha declarado a SMC España que “estos virus replican sin ‘ayudante’ y producen hepatitis, pero solo se ha visto en niños inmunocomprometidos.
El brote de hepatitis aguda grave en los niños “puede haber sido una consecuencia no deseada de lo que hemos experimentado durante los últimos dos o tres años de la pandemia”
Tras las restricciones y el distanciamiento social que se impusieron durante la pandemia por COVID-19 los niños se volvieron más susceptibles a contagiarse con estos microbios comunes cuando regresaron a la escuela y, los hallazgos del estudio sugieren que contraer más de una infección vírica al mismo tiempo puede haber hecho más vulnerable a la hepatitis grave a un pequeño subconjunto de estos niños.
“Nos sorprendió el hecho de que las infecciones que detectamos en estos niños no fueron causadas por un virus emergente inusual, sino por patógenos virales infantiles comunes”, ha declarado el Dr. Charles Chiu, profesor de medicina de laboratorio y medicina en la División de Enfermedades Infecciosas, director del Laboratorio de Microbiología Clínica de la UCSF y autor principal del artículo.
“Eso es lo que nos llevó a especular que el momento del brote probablemente estuvo relacionado con las situaciones realmente inusuales que atravesábamos con el cierre de escuelas y guarderías relacionadas con el COVID-19 y las restricciones sociales”, señala Chiu. “Puede haber sido una consecuencia no deseada de lo que hemos experimentado durante los últimos dos o tres años de la pandemia”.
Coinfecciones virales que pueden provocar hepatitis en los niños
El nuevo estudio ha sido apoyado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. Los investigadores emplearon la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) junto con varios métodos de secuenciación metagenómica y pruebas moleculares para analizar muestras de plasma, sangre total, hisopos nasales y heces de 16 casos pediátricos en seis estados: Alabama, California, Florida, Illinois, Carolina del Norte y Dakota del Sur, entre el 1 de octubre de 2021 y el 22 de mayo de 2022, y compararon las muestras con 113 muestras de control.
En el genotipado de las 14 muestras de sangre disponibles detectaron virus adenoasociado 2 (AAV2) en el 93% de los casos y adenovirus humanos (HAdVs) en todos los casos; en 11 casos encontraron un tipo específico de adenovirus relacionado con la gastroenteritis (HAdV-41), y en el 85,7% de los casos se encontraron coinfecciones adicionales con Epstein-Barr, herpes y enterovirus.
Chiu ha explicado que los resultados han mostrado los hallazgos de dos estudios simultáneos realizados en el Reino Unido, que identificaron la misma cepa AAV2. Los tres estudios han encontrado coinfecciones de múltiples virus, y el 75% de los niños en el estudio de EE. UU. tenían tres o cuatro infecciones virales.
Las AAV no están consideradas patogénicas por sí mismas, y por ello todavía no se ha establecido un vínculo causal directo con la hepatitis aguda grave, pero el estudio indica que la población infantil puede ser especialmente vulnerable a una hepatitis más grave provocada por coinfecciones. Aunque las infecciones por virus adenoasociados se pueden producir a cualquier edad, el pico se suele dar entre uno y cinco años, y la mediana de edad de los niños afectados en el estudio fue de tres años.
Los brotes de hepatitis aguda grave en los niños se han reducido recientemente, pero Chiu afirma que las mejores medidas de protección contra esta enfermedad son lavarse las manos correctamente con frecuencia y quedarse en casa cuando se contraiga alguna infección vírica.
En España este brote infeccioso afectó a más de 60 niños en 12 comunidades autónomas, 49 de ellos menores de 11 años, de los que fallecieron tres. Si bien esto generó una alarma social, estas cifras no suponen una anomalía con respecto a otros años respecto a hepatitis graves infantiles de origen desconocido, y el pasado mes de diciembre el Ministerio de Sanidad concluyó la vigilancia especial que había estado realizando desde que el Reino Unido notificó un aumento de casos y fallecimientos en abril de 2022.
En sus declaraciones a SMC España, Marina Berenger Haym, concluye que, tal y como se señala en un artículo de News & views que acompaña a los tres estudios, se trata de ‘estudios retrospectivos’, y que “de momento no hay confirmación en estudios in vitro (con organoides, por ejemplo, para confirmar el potencial efecto directo del virus sobre el hepatocito), ni estudios prospectivos que demuestren que la hepatitis se produce por la interacción entre un virus generalmente poco patógeno con un sistema inmune alterado o deficitario (tanto por el polimorfismo genético como por no estar adecuadamente desarrollado por las medidas tomadas contra la covid-19)”.
Actualizado: 5 de mayo de 2023