Tratar con antibióticos a los neonatos reduce su microbioma intestinal
18/02/2022
Los antibióticos se usan para tratar a entre el 4% y el 10% de los recién nacidos ante sospechas de infecciones. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Edimburgo (Escocia) ha encontrado evidencia que indica que este tipo de fármacos en la primera semana de vida podría reducir su microbioma intestinal, que son las bacterias buenas que ayudan a digerir correctamente la leche materna y a fortalecer el sistema inmunitario.
Y es que, según lo autores del trabajo publicado en la revista Nature Communications, los antibióticos de amplio espectro –los que están dirigidos a tratar una amplia gama de bacterias–, se prescriben en la mayoría de los casos de manera innecesaria, ya que son muy pocos los que acaban teniendo realmente una infección que requiera de este tratamiento.
La investigación que alerta sobre los riesgos del uso de los antibióticos en niños tan pequeños analizó a 147 bebés con sospecha de sepsis –respuesta inmunitaria fulminante a una infección– que recibieron uno de los tres antibióticos estándar y que fueron comparados con los resultados de 80 neonatos sin sospecha de infección y que no recibieron estos medicamentos.
Aumento de las bacterias causantes de enfermedades
Los hallazgos tras estudiar las muestras rectales y fecales antes y después del tratamiento y al mes, cuatro y 12 meses de edad, indicaron que aquellos que habían sido tratados con antibióticos tenían unos niveles de diferentes especies de Bifidobacterium más reducidos que los que no tuvieron este tipo de tratamiento.
“Nos sorprendió la magnitud y la duración de los efectos de los antibióticos de amplio espectro en el microbioma de los bebés en comparación con los efectos de esos mismos antibióticos en la microbiota de los adultos. Es probable que esto se deba a que el tratamiento con antibióticos se administra en un momento en que los bebés acaban de recibir los primeros microbios de su madre y aún no han desarrollado un microbioma resistente”, expone Debby Bogaert, líder de la investigación.
De los antibióticos analizados, la combinación de penicilina y gentamicina tuvo el efecto menos perjudicial sobre el microbioma intestinal neonatal
Los autores también observaron un aumento en las bacterias potencialmente causantes de enfermedades, y en la cantidad y abundancia de genes que estaban relacionados con la resistencia a los antimicrobianos en el grupo que recibió antibióticos. De los tres tipos de antibióticos que se analizaron, la combinación de penicilina y gentamicina tuvo el efecto menos perjudicial sobre el microbioma intestinal de los neonatos y la cantidad de genes de resistencia a los antimicrobianos que aparecen.
Por tanto, recomiendan que en caso de sospechas de infecciones en recién nacidos se opte por esta combinación de antibióticos, de esta manera se reducirían considerablemente los riesgos de que los bebés mermen su microbioma intestinal, una parte fundamental de la salud a cualquier edad.
“Es particularmente preocupante que después de la terapia con antibióticos en los recién nacidos hayamos observado un fuerte aumento en las especies de Klebsiella y Enterococcus, que son importantes patógenos resistentes a múltiples fármacos. Esto subraya la importancia de realizar más estudios para equilibrar la necesidad y la eficacia de estos antibióticos y el riesgo de aparición de genes relacionados con la resistencia. También puede haber margen para desarrollar nuevas intervenciones, como bioterapéuticos vivos, un tratamiento producido por células vivas o que involucran, para restaurar de manera efectiva la composición del microbioma intestinal del bebé después de la terapia con antibióticos”, concluye Willem van Schaik, otro de los investigadores.
Actualizado: 5 de mayo de 2023