100 niños menores de 5 años mueren cada día por la contaminación atmosférica
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07/02/2025
La contaminación atmosférica, que en muchas ciudades supera con creces los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS)1, se ha asociado a un gran número de enfermedades, especialmente en poblaciones vulnerables como niños, ancianos, embarazadas o personas con enfermedades crónicas. De hecho, una nueva investigación internacional ha señalado que el cáncer de pulmón está aumentando entre personas no fumadoras debido a la contaminación del aire por partículas pequeñas.
Un nuevo informe de UNICEF2 que se acaba de publicar incide en este grave problema de salud pública porque ha indicado que más de 100 muertes diarias de niños menores de cinco años están relacionadas con la contaminación atmosférica en Asia Oriental y el Pacífico. Un ejemplo de esta tragedia es Bangkok, la capital de Tailandia, donde los elevados niveles de contaminación atmosférica han provocado el cierre de escuelas.
El análisis revela el devastador impacto del aire tóxico en los niños de la región e insta a adoptar medidas urgentes para proteger su salud y su futuro. “Cada respiración importa, pero para demasiados niños cada respiración puede ser perjudicial”, ha declarado June Kunugi, directora regional de UNICEF para esa región, en una nota publicada por la organización.
500 millones de niños respiran aire contaminado
Según los datos analizados, todos los niños de Asia Oriental y el Pacífico, 500 millones en total, viven en países con niveles insalubres de contaminación atmosférica. Además, el 91% de ellos viven en países donde la contaminación por ozono supera los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS)3.
La contaminación del aire en los hogares que provocan los combustibles sólidos que se emplean para cocinar y calentarse está relacionada con más de la mitad de todas las muertes de niños menores de cinco años vinculado con la contaminación del aire. Mientras tanto, 325 millones de menores viven en países donde los niveles medios anuales de partículas PM2,5 5 –partículas finas en el aire, menores de 2,5 micrómetros– superan en más de cinco veces los niveles de referencia de la agencia sanitaria de la ONU.
“El aire que respiran, en un momento en que sus cuerpos y mentes aún se están desarrollando, contiene con demasiada frecuencia niveles insalubres de contaminación que pueden comprometer su crecimiento, dañar sus pulmones y perjudicar su desarrollo cognitivo”
Asimismo, casi la mitad de estas partículas en los países con altos niveles de este contaminante proceden de la quema de combustibles fósiles, biomasa y residuos agrícolas, que también generan los gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. Por otro lado, 373 millones de menores viven en países con niveles insalubres de dióxido de nitrógeno, un gas que producen los vehículos, las fábricas y las centrales eléctricas, y que empeora el asma y otras afecciones respiratorias, especialmente en niños.
El riesgo empieza en el útero y continúa durante toda la infancia
Los riesgos asociados a la exposición al aire contaminado se inician durante el desarrollo del feto en el útero. Entre las consecuencias están el parto prematuro y el bajo peso al nacer. Además, la contaminación atmosférica está relacionada con casi una de cada cuatro muertes de niños menores de cinco años en Asia Oriental y el Pacífico, y puede influir sobre toda la infancia.
“El aire que respiran, en un momento en que sus cuerpos y mentes aún se están desarrollando, contiene con demasiada frecuencia niveles insalubres de contaminación que pueden comprometer su crecimiento, dañar sus pulmones y perjudicar su desarrollo cognitivo”, ha explicado Kunugi.
Los problemas se extienden durante la primera infancia, ya que los menores respiran más rápidamente y están más expuestos a contaminantes a nivel del suelo, como los gases de escape de los vehículos, lo que les hace más vulnerables al asma, los daños pulmonares y los retrasos en el desarrollo.
La amenaza suele ser peor para los niños con rentas bajas que viven cerca de fábricas o autopistas, donde la exposición a la contaminación es mayor y, con el paso del tiempo, puede contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, poniendo en peligro el futuro de los niños.
Además de la salud de los niños a corto y largo plazo, la contaminación también tiene un gran impacto económico. El Banco Mundial estimó que, en 2019, la contaminación atmosférica causó muertes prematuras y enfermedades que costaron a Asia Oriental y el Pacífico el 9,3% de su producto interior bruto (PIB), lo que equivale a más de 2,5 billones de dólares.
“Las soluciones existen, y nuestro futuro colectivo depende de aplicarlas”, ha destacado Kunugi. Por ello, UNICEF ha señalado en su informe que los gobiernos deben liderar el fortalecimiento de las políticas climáticas y medioambientales, la transición a energías limpias y el cumplimiento de las normas de calidad del aire alineadas con la OMS para proteger la salud de los niños.
Asimismo, las empresas deben adoptar tecnologías limpias, reducir las emisiones y garantizar que sus prácticas y productos dan prioridad a la seguridad y el bienestar de los niños. El sector sanitario debe tomar medidas para mejorar la detección y el tratamiento, y adoptar operaciones sostenibles y con balance cero.
También se recomienda a los padres y los educadores que desempeñen un papel clave en la sensibilización, la defensa de entornos más limpios y la capacitación de los jóvenes para que actúen. “Abordar la contaminación atmosférica conllevará enormes mejoras en la salud, la educación y el bienestar de los niños, con efectos dominó en sociedades y economías enteras”, subrayó Kunugi.
Iniciativas de UNICEF para mejorar la calidad del aire
Las iniciativas de UNICEF, en colaboración gobiernos, empresas, sistemas sanitarios y comunidades, incluyen: abogar por políticas climáticas y medioambientales que creen un mundo más limpio y sostenible para los niños e implementar programas que reduzcan la exposición de los menores a la contaminación atmosférica doméstica con soluciones como la ventilación de chimeneas y sistemas de calefacción más limpios.
Asimismo, mejorar el control de la calidad del aire y la información pública mediante iniciativas como la instalación de sensores asequibles, reforzar los sistemas sanitarios para hacer frente a las enfermedades relacionadas con la contaminación e invertir en sistemas de gestión de residuos médicos más limpios.
Por último, colaborar con las comunidades y capacitar a los jóvenes como defensores del aire limpio para concienciar, vigilar la calidad del aire y presionar en favor de políticas más firmes.
Fuente: UNICEF
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- 1WHO Global Air Quality Guidelines: Particulate Matter (PM2.5 and PM10), Ozone, Nitrogen Dioxide, Sulfur Dioxide and Carbon Monoxide. https://www.who.int/publications/i/item/9789240034228.
- 2«Cada respiración Importa: Más De 100 niños Mueren Cada día Por La contaminación En Asia». Noticias ONU, 2025, https://news.un.org/es/story/2025/02/1536216, 6 Feb. 2025, https://news.un.org/es/story/2025/02/1536216?utm_source=Noticias+ONU.
- 3
Directrices mundiales de la OMS sobre la calidad del aire: partículas en suspensión (PM2.5 y PM10), ozono, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y monóxido de carbono. Resumen [WHO global air quality guidelines: particulate matter (PM2.5 and PM10), ozone, nitrogen dioxide, sulfur dioxide and carbon monoxide. Executive summary]. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2021. Licencia: CC BY-NC-SA 3.0 IGO.
Actualizado: 7 de febrero de 2025