Aplicar una terapia de luz roja en la espalda reduce la glucosa en sangre
22/02/2024
Los tratamientos tradicionales han demostrado su eficacia para combatir gran número de enfermedades o aliviar sus síntomas, pero los científicos están encontrando alternativas terapéuticas, que en muchos casos son menos invasivas y obtienen mejores resultados. Un nuevo estudio ha mostrado ahora que una fototerapia con luz roja a una longitud de onda de 670 nm sobre la espalda de una persona estimula la producción de energía dentro de las mitocondrias –las diminutas centrales energéticas de las células– y esto conduce a un mayor consumo de glucosa y a una significativa disminución de los niveles de azúcar en sangre.
El estudio ha sido realizado por investigadores de Universidad de la City de Londres y la UCL y ha mostrado esta técnica no invasiva y no farmacológica consiguió una reducción del 27,7% en los niveles de glucosa en sangre después de la ingesta de glucosa, y disminuyó el pico máximo de glucosa en un 7,5%. Aunque el estudio se realizó en individuos sanos, esta terapia podría facilitar el control de la diabetes después de las comidas, ya que puede reducir las fluctuaciones dañinas de la glucosa en sangre en el cuerpo que contribuyen al envejecimiento.
Los hallazgos se han publicado en Journal of Biophotonics y también destacan las importantes consecuencias que tiene para la salud humana a largo plazo la exposición prolongada a la luz azul, incluyendo la posible desregulación de los azúcares en sangre. Teniendo en cuenta que la iluminación LED es predominante en la tecnología y los entornos modernos, y el hecho de que los LED emiten hacia el extremo azul del espectro con muy poco rojo, los autores sugieren que esto podría convertirse en un problema de salud pública.
Equilibrio entre luz roja y azul para prevenir problemas de salud
Las mitocondrias proporcionan energía para procesos celulares vitales, utilizando oxígeno y glucosa para producir el nucleósido rico en energía adenosín trifosfato (ATP). Investigaciones previas han establecido que la luz de longitud de onda larga entre aproximadamente 650-900 nm (que abarca desde el visible hasta el rango cercano al infrarrojo) puede aumentar la producción mitocondrial de ATP, lo que reduce la glucosa en sangre y también mejora la salud y la longevidad en los animales.
Para evaluar el impacto de la luz roja de 670 nm en la glucosa en sangre, los investigadores reclutaron a 30 participantes sanos, que luego fueron asignados aleatoriamente a dos grupos: 15 en el grupo de luz roja de 670 nm y 15 en el grupo placebo (sin luz). Ninguno de ellos tenía condiciones metabólicas conocidas (como la diabetes) y no estaban tomando medicamentos.
A los participantes se les pidió que hicieran una prueba de tolerancia a la glucosa oral (bebiendo glucosa disuelta en agua) y que registraran sus niveles de glucosa en sangre cada 15 minutos durante las siguientes dos horas. Las personas que recibieron exposición a la luz roja 45 minutos antes de beber glucosa mostraron un nivel máximo de glucosa en sangre reducido y una reducción total de la glucosa en sangre durante las dos horas siguientes.
“Nuestro estudio ha demostrado que podemos usar una única exposición de 15 minutos a la luz roja para reducir los niveles de azúcar en sangre después de comer”
El Dr. Michael Powner, Profesor Titular de Neurobiología en la Escuela de Salud y Ciencias Psicológicas de la City y autor principal del estudio, ha explicado: “Está claro que la luz afecta la forma en que funcionan las mitocondrias y esto impacta nuestros cuerpos a nivel celular y fisiológico. Nuestro estudio ha demostrado que podemos usar una única exposición de 15 minutos a la luz roja para reducir los niveles de azúcar en sangre después de comer”.
“Aunque esto solo se ha hecho en individuos sanos en este artículo, tiene el potencial de impactar en el control de la diabetes en el futuro, ya que podría ayudar a reducir los picos de glucosa potencialmente dañinos en el cuerpo después de las comidas”, añade.
Glen Jeffery, Profesor de Neurociencia en el Instituto de Oftalmología de la UCL y también autor del trabajo dijo: “La luz solar tiene un equilibrio entre rojo y azul, pero ahora vivimos en un mundo donde la luz azul es dominante porque, aunque no la vemos, las luces LED son dominantes en azul y no tienen casi nada de rojo. Esto reduce la función mitocondrial y la producción de ATP. Por lo tanto, nuestros entornos internos carecen de rojo. La exposición a largo plazo a la luz azul es potencialmente tóxica sin rojo. La luz azul por sí sola impacta negativamente en la fisiología y puede provocar azúcares en sangre alterados que a la larga pueden contribuir a la diabetes y reducir la longevidad”.
“Antes de 1990, todos teníamos iluminación incandescente que estaba bien porque tenía el equilibrio de azul y rojo similar a la luz solar, pero hay una bomba de tiempo potencial en el cambio a LED en una población que envejece. Esto puede corregirse en parte pasando más tiempo bajo la luz solar” concluye el experto.
Actualizado: 22 de febrero de 2024