Asocian la exposición a plaguicidas con mayor riesgo de ELA y TDAH
08/08/2018
Los fitosanitarios agrícolas son sustancias químicas que se utilizan para prevenir o eliminar la actividad de formas de vida animal o vegetal que podrían perjudicar el cultivo, almacenamiento, transporte, distribución y elaboración de productos agrícolas, por lo que ayudan a controlar o tratar las plagas, y de esta forma protegen también la salud de las personas. Sin embargo, un nuevo estudio asocia los plaguicidas con un aumento de la prevalencia de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
En concreto, la investigación, que ha sido realizada por científicos del CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) en la Universidad de Girona, ha revelado que la población que reside cerca de áreas agrícolas puede tener más riesgo de sufrir alguna de estas patologías si la exposición a los fitosanitarios coincide con elevados niveles de contaminación atmosférica provocados por el tráfico.
Si la exposición a los fitosanitarios coincide con elevados niveles de contaminación atmosférica aumenta el riesgo de desarrollar ELA o TDAH
Evidencias científicas ya habían asociado el uso de fitosanitarios con una mayor incidencia de problemas graves de salud, como cáncer, enfermedades neurodegenerativas (párkinson, alzhéimer, ELA), patologías respiratorias (asma y bronquitis), afecciones del aparato reproductor que pueden causar infertilidad o malformaciones congénitas, alteraciones del desarrollo (TDAH y autismo) y enfermedades metabólicas como obesidad y diabetes.
Pesticidas agrícolas y contaminación atmosférica
En el nuevo estudio se analizaron los datos de una muestra poblacional de Cataluña durante los años 2011 a 2016. Los resultados mostraron que existía una acumulación de casos de ELA en áreas de agricultura intensiva, y que en estas zonas de alto riesgo de ELA también contaban con infraestructuras viarias con una intensidad de tráfico muy elevada.
Maria Antònia Barceló, la principal autora del trabajo, ha explicado que determinados factores ambientales como las sustancias químicas de uso agrícola y contaminantes atmosféricos debidos al tráfico, en especial los óxidos de nitrógeno generados por los vehículos diésel, podrían estar relacionados con esta aglomeración de casos de ELA.
Los investigadores también observaron un patrón geográfico relacionado con la presencia de TDAH al analizar datos de un grupo de personas residentes en La Selva interior (Girona) en el periodo 2005-2012, donde identificaron dos zonas en las que había un mayor riesgo de desarrollar este trastorno.
Marc Sáez, que ha dirigido el grupo de investigación, ha señalado que sus hallazgos sugieren que residir a menos de 100 metros de un área agrícola o una calle residencia, o a menos de 300 metros de una autovía o autopista, o de un polígono industrial de las zonas estudiadas, se asociaba a más riesgo de TDAH, lo que podría deberse a la exposición a pesticidas, compuestos organoclorados y contaminantes atmosféricos derivados del tráfico.
Actualizado: 4 de mayo de 2023