Asocian la exposición a sustancias químicas con síndrome metabólico
04/08/2017
La exposición a sustancias químicas, como los plaguicidas y otros productos industriales –que se acumulan en la grasa corporal–, se asocia con un aumento de los niveles de estrés oxidativo, una condición que provoca que se incremente el riesgo de desarrollar síndrome metabólico, según revela una investigación que ha sido coordinada por el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada y la Universidad de Granada.
En el estudio, que se ha publicado en Environmental Science & Technology, se realizó un seguimiento a alrededor de 400 personas que residían en la provincia de Granada, durante un periodo de diez años, con el objetivo de comprobar si una exposición a estos contaminantes a largo plazo podría provocar alteraciones crónicas que perjudicaran la salud de la población.
Los resultados mostraron que en el caso de dos plaguicidas organoclorados (hexaclorobenceno y un componente del lindano) la exposición a dosis relativamente bajas, pero durante un tiempo prolongado, se relacionaba con un aumento del riesgo de sufrir síndrome metabólico, lo que los investigadores han atribuido, entre otras posibles causas, a la generación de estrés oxidativo.
Contaminantes presentes en alimentos grasos
A pesar de que se trata de compuestos cuyo uso actualmente está prohibido, su presencia se puede detectar en la mayoría de la población porque, según advierten los expertos, son muy difíciles de degradar, y las personas entran en contacto con ellos a través del consumo de alimentos muy grasos de origen animal, y se acumulan en los tejidos grasos del cuerpo, si bien en concentraciones muy variables.
La exposición a dos plaguicidas organoclorados, a dosis relativamente bajas, pero durante un tiempo prolongado, se relacionó con un aumento del riesgo de síndrome metabólico
Juan Pedro Arrebola, investigador del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada, y coordinador del trabajo, ha explicado que en el estudio están incluyendo sustancias contaminantes que se pueden encontrar en productos de uso habitual como los cosméticos, los plásticos, los dispositivos electrónicos, y diversos alimentos, y su intención es continuar con la investigación durante tres años más para analizar con más detalle el efecto de todos estos contaminantes en conjunto, así como sus mecanismos de acción.
Actualizado: 4 de mayo de 2023