Bajos niveles de serotonina explicarían síntomas de COVID persistente

Algunos de los síntomas del COVID prolongado, como la niebla mental o la fatiga, podrían estar ligados a una disminución en los niveles de serotonina debida a componentes del coronavirus que permanecen en el intestino de los pacientes.
Concepto de medidor de serotonina

18/10/2023

Las personas que experimentan síntomas como niebla mental, fatiga o pérdida de memoria tras superar la infección por coronavirus, una condición que se conoce como COVID prolongado o persistente, pueden tener unos bajos niveles de serotonina, un neurotransmisor que interviene en el control de las emociones y está relacionado con el estado de ánimo, y al que tal vez por eso se ha denominado la hormona de la felicidad.

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Esa es la conclusión a la que ha llegado un nuevo estudio liderado por investigadores de la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania que se ha publicado en la revista Cell y que podría ayudar a comprender cómo la inflamación persistente tras contraer el virus SARS-CoV-2 puede provocar síntomas neurológicos a largo plazo.

La mayoría de los pacientes con COVID persistente refieren cansancio generalizado y problemas de tipo neurológico como la niebla cerebral, dificultades para concentrarse, fallos de memoria y dolores de cabeza. Las causas del COVID prolongado no se han estudiado en profundidad y también se carece de tratamientos efectivos para combatirlo.

“Nuestros hallazgos proporcionan biomarcadores que pueden ayudar a los médicos a diagnosticar a los pacientes con COVID prolongado y a medir su respuesta a los tratamientos individuales”

“Muchos aspectos de la biología básica subyacente al COVID prolongado han permanecido confusos durante mucho tiempo. Como resultado, carecemos de herramientas efectivas para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad”, ha declarado Maayan Levy, profesora asistente de Microbiología en Penn Medicine y autora principal del trabajo. “Nuestros hallazgos no solo pueden ayudar a desentrañar algunos de los mecanismos que contribuyen al COVID persistente, sino que también nos proporcionan biomarcadores que pueden ayudar a los médicos a diagnosticar a los pacientes y a medir objetivamente su respuesta a los tratamientos individuales”.

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De la infección aguda por coronavirus al COVID prolongado

Los investigadores evaluaron los efectos del COVID prolongado en muestras de sangre y heces de diversos estudios clínicos y en pequeños modelos animales, y determinaron que un subconjunto de pacientes con COVID persistente tenía rastros del virus SARS-CoV-2 en sus muestras de heces incluso meses después de la infección aguda por coronavirus, lo que sugiere que los componentes del virus permanecen en el intestino de algunos pacientes mucho después de la infección.

Descubrieron que este virus residual, denominado reservorio viral, desencadena una respuesta inmune en la que el sistema inmunitario libera proteínas para combatir el virus que se conocen como interferones. Estos interferones causan una inflamación que reduce la absorción del aminoácido triptófano en el tracto gastrointestinal.

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El triptófano es un elemento fundamental de varios neurotransmisores, incluyendo la serotonina, que se produce principalmente en el tracto gastrointestinal y se encarga de la transmisión de mensajes entre las células nerviosas del cerebro y el resto del organismo. Desempeña un papel clave en la regulación de la memoria, el sueño, la digestión, la cicatrización de heridas y otras funciones que mantienen la homeostasis dentro del cuerpo.

La serotonina también es un importante regulador del nervio vago, un sistema de neuronas que media la comunicación entre el cuerpo y el cerebro. Los investigadores comprobaron que cuando la absorción de triptófano disminuye a consecuencia de la inflamación viral persistente, la serotonina se agota, lo que conduce a una interrupción en la señalización del nervio vago que, a su vez, puede causar varios de los síntomas asociados con el COVID persistente, como la pérdida de memoria.

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Posibles objetivos para los tratamientos del COVID persistente

Los autores estudiaron si reponer el triptófano o la serotonina en pacientes que tuvieran deficiencias podría aliviar los síntomas del COVID persistente. En pequeños modelos animales demostraron que era posible restaurar los niveles de serotonina y revertir el deterioro de la memoria a través del tratamiento con precursores de serotonina o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).

“Ha habido alguna evidencia que sugiere que los ISRS podrían ser eficaces en la prevención de la larga COVID, y nuestra investigación ahora presenta una oportunidad para futuros estudios para seleccionar pacientes específicos para un ensayo basado en la serotonina agotada, y para poder medir la respuesta al tratamiento”, ha explicado otro de los autores, el Dr. Benjamin Abramoff, director de la Clínica de Evaluación y Recuperación Post-COVID, y profesor asistente de Medicina Física Clínica.

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“El COVID varía de un paciente a otro, y no entendemos completamente lo que causa las diferencias en los síntomas”, ha señalado otro autor, Christoph Thaiss, profesor asistente de Microbiología. “Nuestro estudio ofrece una oportunidad única para continuar con la investigación para determinar cuántos individuos con COVID prolongado se ven afectados por la vía que vincula la persistencia viral, la deficiencia de serotonina y la disfunción del nervio vago, y descubrir objetivos adicionales para los tratamientos en los diferentes síntomas que experimentan los pacientes”.

Actualizado: 18 de octubre de 2023

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