Daño del coronavirus al nervio vago posible causa de COVID prolongado

La disfunción del nervio vago –que interviene en el control de la frecuencia cardíaca, el habla o la transferencia de alimentos de la boca al estómago– a causa del SARS-CoV-2 podría estar relacionada con síntomas de COVID prolongado.
Nervio vago ligado a COVID prolongado

16/02/2022

Muchos de los síntomas asociados al síndrome pos-COVID o COVID persistente podrían estar relacionados con los efectos del SARS-CoV-2 sobre el nervio vago, uno de los nervios con multitud de funciones más importantes del organismo. Esto es lo que sugiere una nueva investigación realizada por la Dra. Gemma Lladós y la Dra. Lourdes Mateu, del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona, España), y colegas y que se presentará en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas de este año (ECCMID 2022), que se celebrará en Lisboa del 23 al 26 de abril.

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El nervio vago se encarga de una amplia gama de funciones corporales, incluidas algunas tan importantes como el control de la frecuencia cardíaca, el habla, el reflejo nauseoso –un mecanismo de defensa involuntario que protege la faringe y la garganta de cuerpos extraños–, la transferencia de alimentos de la boca al estómago, el movimiento de los alimentos a través de los intestinos, o la sudoración, entre otras. Este nervio se extiende desde el cerebro hasta el torso, el corazón, los pulmones y los intestinos, y por varios músculos, incluidos los que intervienen en la deglución.

La hipótesis de los investigadores es que la disfunción del nervio vago (VND, por sus siglas en inglés) debida al impacto de la infección por coronavirus podría explicar algunos síntomas del COVID-19 prolongado, como disfonía (problemas de voz persistentes), disfagia (dificultad para tragar), mareos, taquicardia (frecuencia cardíaca anormalmente elevada), hipotensión ortostática (presión arterial baja que se manifiesta al ponerte de pie después de haber estado sentado o tumbado) y diarrea.

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La disfunción del nervio vago se vincula al COVID prolongado

Los autores realizaron una evaluación piloto, morfológica y funcional extensa del nervio vago, empleando imágenes y pruebas funcionales en una cohorte observacional prospectiva de individuos con COVID prolongado con síntomas sugestivos de disfunción del nervio vago. En su cohorte total de 348 pacientes, 228 (66%) tenían al menos un síntoma sugestivo de VND. La evaluación actual se realizó en las primeras 22 personas con síntomas de VND (10% del total) atendidos en la Clínica Long COVID del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol entre marzo y junio de 2021. El estudio sigue en marcha y continúa reclutando pacientes.

Los síntomas relacionados con VND más frecuentes fueron: diarrea (73%), taquicardia (59%), mareos, disfagia y disfonía (45% cada uno) e hipotensión ortostática (14%)

De los 22 individuos estudiados, 20 (91%) eran mujeres con una mediana de edad de 44 años. Los síntomas relacionados con VND más frecuentes fueron: diarrea (73%), taquicardia (59%), mareos, disfagia y disfonía (45% cada uno) e hipotensión ortostática (14%). Casi todos (19 sujetos, 86%) tenían al menos tres síntomas relacionados con VND. La mediana de duración previa de los síntomas fue de 14 meses. Seis de los 22 pacientes (27%) mostraron una alteración del nervio vago en el cuello que se observa en la ecografía, incluido el engrosamiento del nervio y un aumento de la “ecogenicidad”, lo que señala cambios reactivos inflamatorios leves.

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Una ecografía torácica mostró “curvas diafragmáticas” aplanadas en 10 de 22 (46%) sujetos (lo que se corresponde con una reducción de la movilidad diafragmática durante la respiración, o sencillamente respiración anormal). Un total de 10 de 16 (63%) individuos analizados presentaron presiones máximas de inspiración reducidas, mostrando debilidad de los músculos respiratorios.

Algunos pacientes también experimentaron alteraciones en la alimentación y la función digestiva, con 13 de 18 evaluados (72%) con una prueba positiva de disfagia orofaríngea autopercibida (dificultad para tragar). Una evaluación de la función gástrica e intestinal realizada en 19 pacientes reveló que ocho (42%) tenían afectada su capacidad para llevar alimentos al estómago (a través del esófago), y dos de estos ocho (25%) refirieron tener dificultad para tragar.

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Se encontró reflujo gastroesofágico en nueve de 19 (47%) individuos; cuatro de estos nueve (44%) tenían también dificultades para llevar alimentos al estómago y tres de estos nueve (33%) una hernia de hiato, que se produce cuando la parte superior del estómago sobresale a través del diafragma hacia la cavidad torácica.

Una prueba Voice Handicap Index 30 (una forma estándar de medir la función de la voz) fue anormal en 8/17 (47%) de los casos, y siete de estos ocho casos (88%) sufrieron disfonía.

Los autores han concluido: “En esta evaluación piloto, la mayoría de los sujetos con COVID prolongado con síntomas de disfunción del nervio vago tenían una variedad de alteraciones significativas, clínicamente relevantes, estructurales o funcionales en su nervio vago, que incluyen engrosamiento del nervio, dificultad para tragar y síntomas de dificultad para respirar. Nuestros hallazgos hasta ahora apuntan a la disfunción del nervio vago como una característica fisiopatológica central de la COVID prolongada”.

Actualizado: 2 de marzo de 2022

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