Detectan patógenos peligrosos en murciélagos, gorriones y palomas de Madrid

Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid encuentran patógenos potencialmente peligrosos en la fauna urbana de la capital de España, sobre todo en murciélagos y en aves, donde han encontrado desde Campylobacter o Listeria al virus del cólera, lo que supone una creciente amenaza zoonótica.
Mujer alimenta a una paloma en las calles de Madrid

La expansión de las ciudades no solo transforma el paisaje urbano, sino que también trae consigo desafíos sanitarios, especialmente en lo que respecta a las zoonosis, enfermedades que se transmiten entre animales y humanos, causadas por virus, bacterias o parásitos y que se transmiten directamente, a través de la ingestión de alimentos o agua contaminados, o a través de vectores como mosquitos o garrapatas. En este contexto, un estudio reciente encabezado por la Universidad Autóna de Madrid, junto a otros expertos de universidades españolas, ha puesto el foco en Madrid, una de las grandes ciudades europeas, para investigar el papel de la fauna urbana en la propagación de patógenos potencialmente peligrosos para la salud humana.

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El estudio, que utilizó una innovadora metodología de metabarcoding para analizar muestras fecales de nueve especies de vertebrados urbanos que tienen contacto frecuente con personas, ya sea directa o indirectamente (cigüeña blanca, gaviota sombría, paloma bravía, gorrión común, cotorra argentina, cotorra de Krameri, murciélago murciélago, conejo europeo y mapache común), se centró en dos grandes objetivos. El primero, identificar qué patógenos potencialmente zoonóticos están presentes en la fauna de la ciudad y determinar cuáles son las especies animales que actúan como sus principales reservorios. El segundo, comparar la prevalencia de estos patógenos entre conejos urbanos y rurales, tomando esta especie como referencia por su distribución en diferentes entornos.

Se detectaron géneros bacterianos potencialmente zoonóticos en todas las especies analizadas, de los cuales diez están bajo seguimiento obligatorio en la Unión Europea por su riesgo para la salud pública

Los resultados, publicados en Science of The Total Environment, fueron reveladores. Se detectaron géneros bacterianos potencialmente zoonóticos en todas las especies analizadas, de los cuales diez están bajo seguimiento obligatorio en la Unión Europea por su riesgo para la salud pública. En particular, las aves urbanas —especialmente los gorriones domésticos y las palomas—, junto con los murciélagos, emergen como las especies de mayor riesgo potencial. Entre los patógenos más relevantes se encuentran Campylobacter y Listeria en las aves, y Chlamydia y Vibrio cholerae en murciélagos, lo que subraya el peligro asociado al contacto con las heces de estos animales.

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En el caso de los conejos, el estudio reveló una prevalencia significativamente mayor de Campylobacter en los conejos urbanos (más del 50% de las muestras) en comparación con sus contrapartes rurales, donde solo se detectó en el 11% de los casos. Este hallazgo sugiere que los animales que habitan en áreas urbanas podrían estar expuestos a un mayor número de patógenos debido a factores como la densidad de población, la disponibilidad de alimentos en basuras y la convivencia cercana con humanos.

Metabarcoding, potente herramienta para el control de agentes patógenos

Además, el estudio evaluó la efectividad del metabarcoding como herramienta para el monitoreo de patógenos en entornos urbanos. Los resultados confirmaron que esta técnica puede ser clave para la detección temprana de patógenos zoonóticos, proporcionando una valiosa fuente de información para dirigir esfuerzos de control y prevención en las especies y patógenos más relevantes.

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Este trabajo pone de manifiesto la importancia de vigilar la salud de la fauna urbana y subraya el papel que pueden jugar animales como aves y murciélagos en la transmisión de enfermedades a los humanos. Con una creciente urbanización y una mayor interacción entre humanos y fauna salvaje, estos estudios se vuelven imprescindibles para mitigar el riesgo de futuras epidemias de origen zoonótico.

 

Actualizado: 5 de septiembre de 2024

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