Día Mundial Sin Tabaco: fumar amenaza tu salud y la del medioambiente
30/05/2022
El lema del Día Mundial Sin Tabaco 2022 es ‘El tabaco, una amenaza para nuestro medio ambiente’, y es que este año su objetivo es que todos nos demos cuenta de que fumar no solo constituye una grave amenaza para nuestra salud, sino que su cultivo, producción y distribución tienen un enorme impacto medioambiental que se añade al de los residuos que genera su consumo.
Ocho millones de personas fallecen cada año por enfermedades directamente relacionadas con el tabaco y, como indica la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la actividad de la industria tabaquera “envenena el agua, el suelo, las playas y las calles de las ciudades con productos químicos, residuos tóxicos, colillas, incluidos los microplásticos, y residuos de cigarrillos electrónicos”.
Según este organismo se han talado 600.000.000 árboles y se han utilizado 22.000.000.000 litros de agua para elaborar cigarrillos, y 84.000.000 toneladas de emisiones de CO2 se han liberado a la atmósfera (lo que eleva la temperatura de la Tierra). Y el daño en el medioambiente también afecta negativamente a la salud humana.
Fumar, la primera causa de muerte evitable
El tabaco es la causa del 25% de los tumores malignos y un factor de riesgo clave en al menos 18 tipos de cáncer (orofaringe, laringe, pulmón, vejiga, riñón, próstata, cuello uterino, páncreas…). También es el responsable del 80% de las muertes por cáncer de pulmón y del 30% de los fallecimientos por cáncer en general. De hecho, y según la Organización Mundial de la Salud, constituye la primera causa de muerte evitable en el mundo.
“La terapia sustitutiva con nicotina es el tratamiento que cuenta con más experiencia a la hora de tratar a los fumadores para que dejen de serlo”
La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) ha advertido que el 85% de los tumores de laringe también son una consecuencia del uso del tabaco, mientras que un estudio publicado en European Journal of Cancer en 2020 muestra que en Europa uno de cada cinco casos de cáncer es atribuible al tabaco, lo que significa que 750.000 tumores malignos aparecen por culpa de esta sustancia. De ellos, la mitad afectan al pulmón y un 15% son cánceres de cabeza y cuello, que se localizan sobre todo en el labio, la cavidad oral, la faringe y la laringe. España tiene una de las tasas de incidencia de cáncer de laringe más alta del mundo.
Tratamientos para dejar de fumar
Todos los tratamientos que hayan demostrado su eficacia y seguridad para dejar de fumar deberían ser financiados por el Sistema Nacional de Salud, según han manifestado desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). “La terapia sustitutiva con nicotina es el tratamiento que cuenta con más experiencia a la hora de tratar a los fumadores para que dejen de serlo. Y es el más seguro de todos los disponibles, por lo que es fundamental que sea financiado”, ha afirmado el Dr. Carlos Jiménez-Ruiz, jefe de la Unidad Especializada en Tabaquismo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, durante la celebración de un acto organizado por dicha Unidad para abordar esta cuestión, así como el papel que desempeñan los diferentes profesionales sanitarios para ayudar a los pacientes a dejar de fumar.
El especialista ha resaltado que los profesionales sanitarios de la Medicina, la Farmacia y la Enfermería son “clave para el control del tabaquismo” y ha señalado que dar ejemplo no fumando “es la mejor manera de mostrar a la población que el tabaco daña la salud”, y ha explicado que además de aconsejar a los fumadores que dejen el tabaco, les pueden ayudar a que dejen de fumar con el tratamiento farmacológico disponible en aquellos que quieran hacer el esfuerzo de intentarlo.
“Hasta un 60-70% de los fumadores que utilizan cigarrillos electrónicos para dejar de fumar terminan convirtiéndose en fumadores duales”
Estas personas con frecuencia consultan también a los farmacéuticos, por lo que estos pueden “proporcionar información e, incluso, prescribir el tratamiento con terapia sustitutiva con nicotina. Enfermería también puede dar consejo sanitario de abandono de consumo de tabaco y prescribir este tratamiento que es, por tanto, el más accesible de todos los disponibles”, concluye el experto.
Las asociaciones de pacientes deben ayudar a prevenir el tabaquismo y a proteger a los no fumadores del humo de tabaco, según el Dr. Jiménez-Ruiz, que ha destacado que “es fundamental que las asociaciones de pacientes se impliquen en el problema del tabaquismo y en las decisiones a tomar respecto a su control, a la protección de la salud en los no fumadores frente al aire contaminado por el humo del tabaco y respecto a la prevención del tabaquismo en nuestros jóvenes”.
Riesgos del cigarrillo electrónico como método para dejar de fumar
Cuando los cigarrillos electrónicos comenzaron a comercializarse muchos fumadores decidieron utilizarlos para abandonar este hábito poco a poco, o para sustituir el tabaco convencional por algo que consideraban menos nocivo, o menos adictivo. Y aunque desde entonces algunos estudios han señalado su efectividad para dejar de fumar, muchos otros han mostrado sus posibles peligros para la salud, desde más riesgo de depresión o disfunción eréctil, a más probabilidades de experimentar síntomas de COVID o de sufrir una alteración en el estado inflamatorio del cerebro.
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha elaborado un documento para exponer su posición al respecto en el que alerta de que “los cigarrillos electrónicos y los productos de tabaco para calentar son adictivos, no son seguros y no sirven como método de reducción del daño”. “La reducción del daño es una falsa solución, al representar una estrategia comercial de la industria tabaquera para incrementar sus ventas dificultando el control del tabaquismo, ya que retiene a los fumadores en el consumo de tabaco e impide que estos hagan intentos serios de abandono. Además, estos productos son una puerta de acceso a los adolescentes en el tabaco”.
Las dos principales conclusiones recogidas en el informe son que “las estrategias de reducción del daño son métodos ineficaces para el control del tabaquismo, mantienen a los fumadores en el consumo del tabaco y representan una oportunidad para la industria tabaquera en la venta de sus nuevos productos, como el tabaco calentado y el cigarrillo electrónico”. Y que “el tabaco calentado y los cigarrillos electrónicos, pese a tener menos tóxicos que el tabaco convencional, no implica que hagan un menor daño, por lo es necesaria una regulación idéntica a la que se aplica a aquel”.
En el documento, los expertos de la SEPAR afirman que hay suficiente evidencia científica de que “se puede dejar de fumar con los tratamientos para el tabaquismo disponibles en la actualidad”, mientras que, por el contrario, “no existen evidencias científicas probadas que demuestren que los cigarrillos electrónicos son eficaces para dejar de fumar”.
Y afirman que “las intervenciones terapéuticas basadas en el asesoramiento psicológico y el tratamiento farmacológico son las más eficaces para ayudar a los fumadores a dejar de serlo” y “triplican y, en ocasiones, cuatriplican las posibilidades de tener éxito en un intento de abandono en comparación con cuando no se utilizan”. En cambio, hasta un 60-70% de los fumadores que utilizan cigarrillos electrónicos para dejar de fumar terminan convirtiéndose en fumadores duales”.
Fuentes: Organización Panamericana de la Salud (OPS), Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), Unidad Especializada en Tabaquismo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)
Actualizado: 5 de mayo de 2023