Dormir bien ayuda a seguir un plan de dieta y ejercicio para adelgazar

Dormir bien todas las noches ayuda a que las personas con sobrepeso u obesidad puedan adaptarse mejor a cambios en su estilo de vida para adelgazar, que incluyen un plan de dieta y ejercicio físico de moderado a intenso.
Mujer con sobrepreso despertando con una sonrisa

06/03/2023

No dormir bien está relacionado con una mayor probabilidad de desarrollar diversas enfermedades y la obesidad es una de ellas, ya que también se ha comprobado que un sueño de 8,5 horas disminuye la ingesta de calorías y el apetito en los adultos con sobrepeso. Una nueva investigación apoya estos datos porque ha mostrado que dormir bien por la noche ayuda a cumplir un plan de dieta y ejercicio. Sus resultados se han presentado en la conferencia de Epidemiología, Prevención, Estilo de Vida y Salud Cardiometabólica celebrada por la Asociación Estadounidense del Corazón en Boston.

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“Centrarse en dormir bien (de siete a nueve horas por la noche con un horario regular para despertarse junto con despertarse renovado y estar alerta durante todo el día) puede ser un comportamiento importante que ayude a las personas a cumplir con sus objetivos de actividad física y modificación de la dieta”, afirma Christopher E. Kline, profesor asociado en el departamento de salud y desarrollo humano de la Universidad de Pittsburgh y autor principal del estudio, en un comunicado de prensa.

Buenos hábitos de sueño ayudan a mantener el peso ideal

Los investigadores analizaron si unos buenos hábitos de sueño estaban relacionados con una mejor adherencia a cambios en el estilo de vida incluidos en un programa de pérdida de peso de 12 meses en 125 adultos que tenían sobrepeso u obesidad, pero no padecían enfermedades que hiciesen necesario supervisar sus dietas o actividad física. La edad promedio de los participantes era de 50 años, y la mayoría eran de raza blanca y mujeres.

“Estos resultados sugieren que optimizar el sueño puede conducir a una mejor adherencia a la modificación del estilo de vida”

Los hábitos de sueño se midieron a través de cuestionarios, diarios de sueño y los datos procedentes de un dispositivo de muñeca que registró el sueño, la actividad de vigilia y el descanso de estas personas durante siete días. Se establecieron seis medidas de sueño como buenas o malas empleando una escala compuesta para la regularidad del sueño, la satisfacción, el estado de alerta, el tiempo, el porcentaje de tiempo dormido en la cama y la cantidad de horas dormidas.

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Las medidas de sueño se obtuvieron al inicio del estudio y al cabo de seis y 12 meses, y también en estos momentos se midió la adherencia al programa de pérdida de peso, basándose en el porcentaje de sesiones de intervención grupal a las que asistieron, el porcentaje de días en que los participantes consumieron entre el 85% y el 115% de las calorías diarias recomendadas y los cambios en la duración diaria de la actividad física moderada o intensa.

Los resultados revelaron que una mayor calidad del sueño se relacionaba con tasas más elevadas de asistencia a las sesiones grupales y de cumplimiento de los objetivos de ingesta de calorías y con más tiempo dedicado a la actividad física de moderada a intensa. “Teníamos la hipótesis de que el sueño se asociaría con la modificación del estilo de vida; sin embargo, no esperábamos ver una asociación entre la salud del sueño y las tres medidas de modificación del estilo de vida”, ha dicho Kline.

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“Aunque no intervinimos en la salud del sueño en este estudio, estos resultados sugieren que optimizar el sueño puede conducir a una mejor adherencia a la modificación del estilo de vida”, ha añadido el experto, que sugiere que se continúe investigando para averiguar si una mejoría de la calidad del sueño puede hacer que aumente la adherencia a las modificaciones del estilo de vida y contribuir a una mayor pérdida de peso.

Michael Grandner, director del Programa de Investigación del Sueño y la Salud de la Universidad de Arizona en Tucson, que no ha participado en este trabajo, opina que sus hallazgos muestran que el sueño “está ligado a las cosas que estamos haciendo para ayudar a controlar nuestro propio peso” y que “esto podría deberse a que el sueño afecta a los factores que provocan el hambre y los antojos, su metabolismo y su capacidad para regular el metabolismo y la capacidad de tomar decisiones saludables en general”. “Estudios como este realmente demuestran que todas estas cosas están conectadas, y a veces el sueño es algo sobre lo que podemos comenzar a tomar el control que puede ayudar a abrir las puertas a otras vías de la salud”.

Actualizado: 5 de mayo de 2023

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