Dormir bien es clave para disfrutar de un envejecimiento saludable
11/11/2024
No podemos hacer que el tiempo pase más despacio, ni impedir que deje huellas sobre nuestro organismo –se vean a simple vista, o no–, pero sí podemos controlar algunos de los factores que puden contribuir a tener un envejecimiento activo y saludable. Y una de las claves está en una actividad que ocupa alrededor de la tercera parte de nuestra vida: dormir.
Y un nuevo hallazgo de investigadores de la Universidad Médica de Wenzhou en China lo avala, ya que han descubierto que los cambios que se producen en los patrones de sueño a medida que envejecemos están asociados con menores probabilidades de disfrutar de un envejecimiento exitoso.
Según han explicado estos científicos en un artículo publicado en BMC Public Health, su estudio se ha basado en cinco criterios que se establecieron en 2020 para definir lo que se considera un envejecimiento exitoso, y que son: no padecer enfermedades crónicas importantes, no presentar deterioro físico, tener una elevada función cognitiva y una buena salud mental y tener un propósito de vida.
Estos criterios están diseñados en conjunto para reflejar un enfoque holístico de la salud y el bienestar de los adultos mayores. Estudios anteriores han vinculado el sueño insuficiente o excesivo con resultados adversos para la salud, pero no está claro el impacto de los cambios en la duración del sueño a lo largo del tiempo en el envejecimiento saludable.
Esto es especialmente preocupante en China, donde una población que envejece rápidamente (se espera que en 2040 el 28% tenga 60 años o más) se enfrenta a importantes problemas de salud. La esperanza de vida media ha ido aumentando y en 2019 alcanzó los 77,6 años, lo que es una buena noticia, pero contrasta con el hecho de que la esperanza de vida sana es de apenas 68,4 años, un desfase de casi nueve años.
Una conexión entre el sueño y los problemas de salud física y mental
Los investigadores analizaron datos de 3.306 participantes de 45 años o más que estaban libres de enfermedades crónicas importantes al inicio del estudio en 2011 y habían alcanzado los 60 años o más en 2020, cuyos patrones de sueño fueron registrados en 2011, 2013 y 2015, y posteriormente se les realizó un chequeo de salud cinco años después.
Los resultados del análisis mostraron que aquellos que lograban dormir al menos siete horas por noche tendían a disfrutar de una mejor salud en la vejez. Al final del periodo de estudio, solo 455 personas (13,8%) cumplían todos los criterios de envejecimiento exitoso. De estos, 307 (alrededor de dos tercios) lograban dormir más de siete horas cada noche de forma constante.
Los participantes se agruparon en cinco categorías según sus patrones de sueño a lo largo de los cuatro años: sueño prolongado y estable (8-9 horas regularmente), sueño normal y estable (7-8 horas regularmente), sueño en disminución (de más de 8 a menos de 6 horas), sueño en aumento (de menos de 6 a más de 8 horas), y sueño corto y estable (5-6 horas regularmente).
Los resultados mostraron que aquellos que lograban dormir al menos siete horas por noche tendían a disfrutar de una mejor salud en la vejez
Las probabilidades de un envejecimiento saludable fueron significativamente mayores entre los grupos de sueño prolongado y estable y sueño normal y estable (17,1% y 18,1%, respectivamente) en comparación con los grupos de sueño en disminución (9,9%), en aumento (10,6%) y sueño corto y estable (8,8%).
Los investigadores han explicado en su artículo que en comparación con los participantes con una duración de sueño estable y normal, aquellos con una trayectoria de sueño baja y estable o en aumento tuvieron un 36% y un 52% menos probabilidades de envejecer exitosamente, respectivamente. Y añaden que aquellos con patrones de sueño en disminución también mostraron menores probabilidades, aunque esto no fue estadísticamente significativo, probablemente debido a las limitaciones de tamaño de muestra.
Se tuvieron en cuenta factores como el peso, el consumo de alcohol y sexo y, aunque el estudio no puede confirmar una relación directa de causa y efecto, sí aporta una mayor evidencia sobre la importancia de un sueño constante y prolongado para mantener una buena salud. Investigaciones anteriores también destacaron que dormir siete horas por noche puede ser un punto ideal para el bienestar y el envejecimiento saludable y se sabe que existe una conexión entre el sueño y la protección contra diversos problemas de salud física y mental.
Mantener una duración de sueño estable y adecuada puede ser un aspecto que a menudo se pasa por alto en la promoción del envejecimiento saludable y el estudio proporciona pruebas sólidas de que las estrategias de salud pública centradas en mantener una duración de sueño estable y adecuada son un componente clave de las iniciativas de envejecimiento exitosas.
Actualizado: 11 de noviembre de 2024