Dormir con luz daña el corazón y aumenta la resistencia a la insulina
15/03/2022
Existen dos tipos de personas, las que pueden dormir con algo de luz en la habitación y las que necesitan total oscuridad para conciliar el sueño. Ahora, un estudio de la Universidad Northwestern aclara por que es mejor bajas las persianas al acostarnos, al descubrir que incluso una pequeña cantidad de luz ambiental en el dormitorio podría dañar la función cardiovascular durante el descanso, así como aumentar la resistencia a la insulina a la mañana siguiente.
La investigación, publicada en la revista PNAS, analizó la frecuencia cardiaca y la resistencia a la insulina de un grupo de 20 adultos, de los cuales la mitad dormía con luz moderada en su habitación y la otra mitad en una estancia con luz tenue. Ya existe evidencia que indica que la exposición a la luz durante el día es capaz de aumentar la frecuencia cardiaca, pues activa el sistema nervioso simpático, acelerando el corazón y poniendo el cuerpo en alerta para enfrentar cualquier situación que se presente en el día.
“Los resultados de este estudio demuestran que una sola noche de exposición a la iluminación moderada de la habitación durante el sueño puede afectar la glucosa y la regulación cardiovascular, que son factores de riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y síndrome metabólico”, ha expuesto la Dra. Phyllis Zee, autora principal del estudio.
La luz activa el sistema nervioso autónomo
Por tanto, el cuerpo no descansa bien cuando hay iluminación en la habitación, pues, aunque se está dormido, cuando hay luz el sistema nervioso autónomo está activado. Esto no es natural, pues cuando dormimos la frecuencia cardiaca y otros parámetros cardiovasculares se reducen y aumentan durante el día.
Los investigadores también encontraron evidencia de que las personas que dormían con luz moderada tenían una mayor resistencia a la insulina a la mañana siguiente. Este problema de salud ocurre cuando las células de los músculos, la grasa y las células vivas no responden correctamente a la insulina, por lo que no tienen la capacidad de usar la glucosa de la sangre para transformarla en energía. Para poder compensar esto, el páncreas comienza a producir más insulina y con el tiempo, el nivel de azúcar sanguíneo se ve aumentado.
“El cerebro lo detecta y actúa como el de alguien cuyo sueño es ligero y fragmentado. La fisiología del sueño no está descansando como se supone que debe hacerlo”
Los participantes declararon que no eran conscientes de los cambios biológicos en sus cuerpos durante la noche, sin embargo, la Dra. Daniela Grimaldi, coautora de la investigación, ha declarado que “el cerebro lo detecta y actúa como el de alguien cuyo sueño es ligero y fragmentado. La fisiología del sueño no está descansando como se supone que debe hacerlo”. Para evitarlo, Zee ha lanzado algunos consejos como:
La luz sigue siendo un problema medioambiental y aunque parezca que no, también es una manera de contaminación. Por ello, “estos hallazgos son importantes en particular para aquellos que viven en sociedades modernas donde la exposición a la luz nocturna interior y exterior está cada vez más extendida”, concluye Zee.
Actualizado: 5 de mayo de 2023