Dormir muchas horas, o muy pocas, puede aumentar el riesgo de infarto
04/09/2019
El sueño es algo indispensable para el ser humano, pero tanto dormir poco como dormir mucho puede resultar peligroso para nuestra salud cardiovascular, según la principal conclusión a la que ha llegado un estudio realizado por miembros de la Universidad de Colorado de Boulder y el Hospital General de Massachusetts (ambos en Estados Unidos), que indica que entre seis y nueve horas sería la cantidad perfecta de sueño al día, y que pasar menos o más de ese tiempo dormido podría aumentar el riesgo de sufrir un infarto de miocardio.
En el estudio, publicado en Journal of the American College of Cardiology, se analizaron los datos obtenidos tras un seguimiento de siete años a 461.000 personas de entre 40 a 69 años, que no tenían antecedentes cardiacos, y se tuvieron en cuenta otros 30 factores que interfieren en las probabilidades de infarto, como la actividad física, el estado físico, la salud mental y la situación socioeconómica.
Dormir cinco horas al día aumenta un 52% las probabilidades de sufrir un ataque al corazón, mientras que dormir diez horas duplica el riesgo de infarto
Los investigares encontraron que aquellos que durmieron menos de seis horas tuvieron un 20% más riesgo de ataque cardíaco en comparación con los que lo hicieron entre seis y nueve horas. Este dato se elevaba al 34% en el caso de los que durmieron más de nueve horas al día. En concreto, el estudio revela que los que solo dedican cinco horas al sueño tienen un 52% más probabilidades de ataque al corazón que los que duermen entre siete y ocho horas, mientras que los que tienen un descanso nocturno de 10 horas presentan el doble de riesgo de infarto.
Los efectos de un descanso inadecuado sobre la salud
En el trabajo también se analizó el riesgo genético de padecer un ataque cardíaco, y sus autores descubrieron que los que tenían esta predisposición y dormían entre seis y nueve horas podrían reducir la probabilidad de infarto en un 18%, por lo que se entiende que dormir bien y durante el tiempo recomendado podría ayudar a revertir la tendencia genética hacia los problemas cardíacos.
El estudio no explica los mecanismos por los que la escasez o el exceso de sueño aumentan el riesgo de infarto, pero trabajos anteriores mostraron que el sueño insuficiente daña el revestimiento arterial (endotelio), afecta al desarrollo de la médula ósea de las células inflamatorias y promueve la alimentación inadecuada, que puede desembocar en sobrepeso u obesidad, y deteriorar por tanto la salud cardíaca. Por otro lado, dormir mucho podría aumentar la inflamación en el cuerpo, lo que se ha asociado a la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Actualizado: 4 de mayo de 2023