El 90% de los cirujanos opera escuchando música
07/08/2017
Los quirófanos no tienen un ambiente tan siniestro como se podría pensar debido al temor que generan las tareas que se llevan a cabo en su interior; y es que, según una encuesta realizada por Spotify y Figure 1, el 90% de los cirujanos escucha todo tipo de música en las salas de operaciones. Además, esto no es nuevo en los hospitales, porque en los comienzos del siglo XX ya se escuchaban melodías durante las intervenciones quirúrgicas gracias a los fonógrafos.
Aunque el rock parece ser el género musical favorito de los cirujanos mientras realizan su trabajo –ya que, según la encuesta, el 49% escucha este estilo musical–, no se quedan atrás otras melodías más suaves como la clásica, que escucha un 43% de estos profesionales, el pop, con un 48%, el jazz, y el género afroamericano R&B, con un 24% y un 21% de adeptos, respectivamente. The Rolling Stones, The Doors o Led Zeppelin son algunas de las bandas más escuchadas en la sala de operaciones.
Los anestesistas también escuchan mucho rock mientras trabajan, pero en este caso el pop les engancha más, un 59% frente a un 44%.
Beneficios de escuchar música para el cirujano y el paciente
Escuchar música tiene grandes beneficios para la salud, y entre ellos destaca prevenir la ansiedad y el estrés, así como mantener la concentración. Es esto lo que buscan los cirujanos cuando dan al play de su lista de reproducción favorita, porque con la melodía sonando son capaces de calmarse ante la operación, y desempeñar su función de la mejor manera posible.
El rock es el género de música más escuchado en los quirófanos, seguido por el pop, música clásica, jazz y R&B
Sin embargo, la música también es beneficiosa para los pacientes a los que se interviene con anestesia local, pues les ayuda a rebajar la tensión que les provoca la operación y a que se distraigan. Según algunos de los especialistas encuestados, en muchas ocasiones se le pregunta al paciente si quiere que suene alguna canción en particular, y esto le ayuda a liberar la presión del momento.
Pero no todo son beneficios, según algunos anestesistas ajenos a la encuesta, el sonido podría hacer más complicada la escucha de aparatos de alarma, o dificultar la comunicación en el quirófano. Por ello, en las respuestas de los cirujanos encuestados siempre se encuentra un matiz sobre la seguridad –algo que para ellos está por encima de todo–, y aseguran que la música nunca está demasiado alta como para interferir en el trabajo y que, en casos graves, o cuando se producen complicaciones, se prescinde de ella.
Actualizado: 4 de mayo de 2023