Falta de memoria y concentración en 70% afectados por COVID persistente
18/03/2022
El COVID persistente o síndrome posCOVID es un trastorno que el Instituto Nacional para la Excelencia en Salud y Atención (NICE, por sus siglas en inglés) describe como “signos o síntomas que se desarrollan durante o después de la infección consistente con COVID-19, continúan durante más de 12 semanas, y no se explican por un diagnóstico alternativo”.
Ahora, una nueva investigación de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, ha comprobado que siete de cada 10 pacientes que lo sufren experimentan problemas de concentración y memoria varios meses después de la infección por coronavirus, y que además obtienen peores resultados en las pruebas cognitivas en comparación con individuos sanos.
En este estudio, que se ha publicado en Frontiers in Aging Neuroscience, han participado 181 pacientes con COVID prolongado, que fueron reclutados entre octubre de 2020 y marzo de 2021, cuando circulaban la variante alfa y la forma original del SARS-CoV-2. De ellos, el 78% afirmó tener dificultades para concentrarse, el 69% confusión mental, el 68% refirió tener olvidos y el 60% informó de problemas para encontrar la palabra correcta cuando hablaba. Estos síntomas autoinformados se relacionaron una significativa disminución de la capacidad para recordar palabras e imágenes cuando se sometieron a pruebas cognitivas.
“Cuando las personas dicen que tienen dificultades cognitivas después de la COVID, no son necesariamente el resultado de la ansiedad o la depresión”
Los participantes tuvieron que realizar numerosas tareas con el objetivo de evaluar su toma de decisiones y su memoria, como recordar palabras de una lista y recordar qué dos imágenes aparecían juntas. Los resultados de la evaluación mostraron un patrón consistente de problemas de memoria continuos en los que habían padecido COVID-19 y se observó que estos problemas eran más evidentes en las personas cuyos síntomas continuos generales eran más graves.
Los principales hallazgos del estudio destacan que:
- Aproximadamente el 70% de los pacientes con COVID prolongado que participaron en el estudio tuvieron dificultades para concentrarse y problemas de memoria varios meses después de la infección por SARS-CoV-2.
- Las personas con COVID persistente obtuvieron peores resultados en las pruebas cognitivas.
- La gravedad de estos síntomas estaba vinculada al nivel de fatiga y a síntomas neurológicos, como dolor de cabeza y mareos, que habían experimentado durante el COVID-19 inicial.
- La mitad de los pacientes incluidos en el estudio refirieron tener dificultades para conseguir que los médicos se tomaran en serio sus síntomas, tal vez porque no se da la misma importancia a las alteraciones cognitivas que a los problemas respiratorios o pulmonares, o a la fatiga.
- El 75% de los participantes que presentaban síntomas graves y continuados de COVID persistente afirmaron no haber podido trabajar durante prolongados periodos de tiempo.
Origen de los problemas cognitivos en personas con COVID prolongado
Los investigadores analizaron otros síntomas que podrían estar relacionados con los problemas cognitivos y comprobaron que los pacientes que presentaban fatiga y síntomas neurológicos como dolor de cabeza y mareos durante su enfermedad inicial tenían más probabilidades de experimentar síntomas cognitivos posteriormente.
Incluso aunque no hubieran estado hospitalizados, aquellos con peores síntomas iniciales de COVID-19 tenían más probabilidades de manifestar una variedad de síntomas continuos (incluyendo náuseas, dolor abdominal, opresión en el pecho y problemas respiratorios) semanas o meses después. Además, los mayores de 30 años tenían más probabilidades de tener síntomas continuos graves que los que eran más jóvenes.
La infección por coronavirus puede provocar inflamación en el cuerpo, que puede afectar el comportamiento y el rendimiento cognitivo de maneras que aún no entendemos completamente
“Esta es una evidencia importante de que cuando las personas dicen que tienen dificultades cognitivas después de la COVID, no son necesariamente el resultado de la ansiedad o la depresión. Los efectos son medibles, algo preocupante está sucediendo”, ha declarado el Dr. Muzaffer Kaser, investigador del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Cambridge y psiquiatra consultor en Cambridgeshire y Peterborough NHS Foundation Trust, que ha participado en el estudio. “Las dificultades de memoria pueden afectar significativamente la vida diaria de las personas, incluida la capacidad de hacer su trabajo correctamente”, añade.
Los autores del trabajo han señalado que sus hallazgos respaldan otros anteriores que sugieren que la gran duración del COVID-19 provocará una “larga cola” de enfermedades laborales y que por ello es muy importante prevenir, predecir, identificar y tratar los problemas de salud asociados al COVID persistente, tanto por el bien de las personas afectadas, como por el de la sociedad en general.
“La larga COVID ha recibido muy poca atención política o médica. Es urgente que se tome más en serio, y los problemas cognitivos son una parte importante de esto. Cuando los políticos hablan de 'Vivir con COVID', es decir, una infección sin paliativos, esto es algo que ignoran. El impacto en la población activa podría ser enorme”, ha afirmado la Dra. Lucy Cheke, investigadora del Departamento de Psicología de la Universidad de Cambridge y autora principal del artículo.
“La infección con el virus que causa el COVID-19 puede provocar inflamación en el cuerpo, y esta inflamación puede afectar el comportamiento y el rendimiento cognitivo de maneras que aún no entendemos completamente, pero creemos que están relacionadas con una respuesta inmunitaria excesiva temprana”, concluye Kaser.
Actualizado: 5 de mayo de 2023