Hallan neuronas clave en la respuesta antiinflamatoria de la acupuntura

A pesar de que es una terapia ampliamente conocida, la acupuntura todavía tiene una poca base científica. Ahora, un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard (EE.UU.) ha descubierto cuales son las neuronas necesarias para que los pinchazos con agujas de esta técnica generen una respuesta antiinflamatoria en el organismo.

La acupuntura es una terapia alternativa china que suele usarse para tratar el dolor crónico y otros problemas de salud asociados a la inflamación. En el nuevo trabajo, que se ha llevado a cabo en ratones, se ha identificado a un grupo de neuronas requeridas para que la técnica produzca los efectos antiinflamatorios de manera efectiva.

Los hallazgos, publicados en la revista Nature, indicaron que las neuronas proclives al efecto antiinflamatorio de la acupuntura solo se encuentran en un área de la región de las extremidades posteriores. Esto, según explican los investigadores, podría explicar por qué esta técnica con agujas funciona en esta parte del cuerpo, mientras que en otra como en el abdomen no.

Las neuronas que responden a la acción antiinflamatoria de la acupuntura se encuentran en las extremidades posteriores, por ello es más eficaz esta técnica en esta zona

Además, también se analizó la conocida como tormenta de citocinas, que es la generación rápida de estas proteínas que suelen provocar una inflamación sistémica severa y que puede estar provocada por el tratamiento del cáncer, el COVID-19 o la septicemia, es decir, la presencia de bacterias en la sangre. Esta respuesta inmune exagerada tiene una tasa de mortalidad de entre el 15% y el 30%, y faltan medicamentos para poder tratarlo.

La electroacupuntura reduce la tormenta de citocinas

En un estudio anterior publicado en Nature Medicine, se encontró que la eletroacupuntura, mezcla de pinchazos con estimulación eléctrica, ayudaba a reducir la tormenta de citocinas en los ratones, pues se activaba el eje vago-adrenal, que provocaba el envío de señales a las glándulas suprarrenales, que a su vez generaban dopamina.

Y es que, los investigadores encontraron que existen más neuronas en los músculos anteriores de las extremidades traseras que en los músculos posteriores, lo que provoca una respuesta más fuerte a la electroacupuntura en la zona anterior.

“Basándonos en esta distribución de fibras nerviosas, podemos predecir con casi precisión dónde será efectiva la estimulación eléctrica y dónde no”

Teniendo en cuenta ambos estudios, Qiufu Ma, autor principal del más reciente, explica que “básicamente, la activación de estas neuronas es necesaria y suficiente para activar este eje vagal-suprarrenal. Basándonos en esta distribución de fibras nerviosas, podemos predecir con casi precisión dónde será efectiva la estimulación eléctrica y dónde no. Nos dicen los parámetros de la acupuntura, así que dónde ir, qué tan profundo ir, qué tan fuerte debe ser la intensidad”.

Aunque las pruebas han sido realizadas en ratones, se cree que esta organización de las neuronas también se encuentre igual en los humanos debido a la conservación evolutiva. Por ello, el próximo paso es seguir investigando la electroacupuntura en las personas con inflamación por enfermedades como por ejemplo el COVID-19 o en tratamiento con quimioterapia.