La contaminación incrementa el riesgo de parto prematuro
11/08/2016
Una investigación encuentra una asociación entre los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) y benceno en el lugar de residencia durante el embarazo y el riesgo de parto prematuro (antes de la semana 37 de embarazo). El estudio, dirigido por la Unidad Mixta de Investigación en Epidemiología y Medio ambiente de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana, ha analizado los datos de 2.409 mujeres de Valencia, Asturias, Guipúzcoa y Sabadell del proyecto INMA, que durante su embarazo se expusieron a diferentes niveles de contaminación atmosférica.
Para medir los niveles de NO2 y benceno se emplearon captadores pasivos que se distribuyeron por una red determinada de puntos en cada una de las áreas estudiadas. Los resultados de esta medición se añadieron a una combinación de sistemas de información geográfica y técnicas de geoestadística para calcular los niveles de contaminación a los que estuvo expuesta cada una de las embarazadas.
Las mujeres que se expusieron a NO2 durante toda la gestación presentaban un mayor riesgo de parto prematuro, al igual que si habían estado expuestas a benceno, especialmente en el tercer trimestre del embarazo
Los investigadores observaron que las mujeres que se expusieron a NO2 durante toda la gestación presentaban un mayor riesgo de tener un parto prematuro, y que lo mismo sucedía si habían estado expuestas a benceno especialmente en el tercer trimestre del embarazo. Además, como ha explicado el Dr. Ferran Ballester, coordinador del estudio, en más del 40% de los casos evaluados los niveles promedio de NO2 que respiraron las mujeres durante la gestación se encontraban por encima de 40 microgramos/m³, que es el límite anual establecido en la Unión Europea.
El Dr. Ballester ha señalado que los riesgos ambientales derivados de la contaminación por partículas en suspensión y compuestos tóxicos son evitables, y que el coste de adoptar medidas para prevenir los problemas de salud que causa la mala calidad del aire, especialmente en los grupos de población más propensos a sufrir complicaciones, es menor que el que se produce una vez que estos trastornos se han manifestado y es necesario tratarlos.
Actualizado: 17 de octubre de 2017