La contaminación lumínica puede ayudar a propagar el virus del Nilo
12/01/2018
La contaminación lumínica de las grandes ciudades no solo puede perjudicar los ritmos circadianos de los seres humanos, sino que también podría contribuir a la propagación de algunas enfermedades infecciosas, ya que los resultados de un nuevo estudio indican que los pájaros infectados con el virus del Nilo Occidental pueden propagar dicho virus durante el doble de tiempo si se exponen a la luz artificial durante la noche.
Los huéspedes del virus del Nilo Occidental suelen ser las aves, pero cuando los mosquitos que se han infectado al picar al ave portadora pican posteriormente al ser humano, le transmiten la infección. Los pájaros desempeñan, pues, un importante papel en la transmisión del virus, y como la luz artificial por la noche incrementa los niveles de corticosteroides y otras hormonas del estrés en estos animales, lo que puede afectar a su salud, Meredith Kernbach, ecoinmunóloga de la Universidad del Sur de Florida en Tampa (EE.UU.), y sus colegas, decidieron averiguar si la luz de las ciudades podía volverles más susceptibles a la enfermedad.
Para ello, infectaron a alrededor de 50 ejemplares de gorrión común con el virus del Nilo, y después colocaron una luz tenue en las jaulas de la mitad de las aves, mientras que el resto pasaron la noche en completa oscuridad. Analizaron entonces a los animales para detectar posibles síntomas de la infección, y midieron su peso y los niveles de virus y de hormonas del estrés en la sangre.
Si el periodo de infección en las aves dura el doble de lo habitual, esto significa que también puede multiplicarse por dos el número de mosquitos infectados
Al cabo de dos días, la mayoría de los pájaros desarrolló la infección y enfermó, y casi la mitad murió. Los investigadores observaron que los que habían sido expuestos a la luz no enfermaron, o estuvieron enfermos durante más tiempo, pero lo más relevante fue que permanecieron infectados durante un periodo de tiempo más prolongado, según expusieron estos expertos en la reunión anual de la Society for Integrative and Comparative Biology, donde han presentado el estudio.
La luz artificial prolongó el periodo de infección
Estudios anteriores habían demostrado que en una media de dos días el sistema inmune de los pájaros combate la infección por el virus del Nilo Occidental y la reduce a niveles lo suficientemente bajos como para evitar que las nuevas picaduras de los mosquitos les infecten de nuevo. Y esto es lo que sucedió en el caso del grupo de animales que pasó la noche a oscuras. Sin embargo, en los gorriones que fueron expuestos a la luz, las concentraciones virales permanecieron elevadas durante dos días más.
Como ha explicado Kernbach se trata de un hallazgo importante, ya que si el periodo de infección en las aves dura el doble de lo habitual, esto significa que también puede multiplicarse por dos el número de mosquitos infectados y, por lo tanto, se podría esperar que la transmisión de la enfermedad a los seres humanos en áreas urbanas se incrementase.
Los autores del trabajo pensaban que la contaminación lumínica estresaría a los pájaros y que esto podría disminuir su resistencia al virus del Nilo Occidental, pero los resultados de los análisis de sangre mostraron que su sistema de respuesta frente al estrés estaba intacta, por lo que Kernbach sospecha que es posible que la luz haya alterado los niveles de otra hormona, la melatonina, que puede afectar a la respuesta inmune.
Actualizado: 4 de mayo de 2018