La exposición a PFAS altera la capacidad reproductiva en adolescentes

La exposición de los adolescentes a sustancias químicas perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) –presentes en numerosos productos industriales y de consumo, como algunos cosméticos– puede afectar negativamente a su salud reproductiva, según revela un estudio liderado por el grupo de investigación de Oncología Básica y Clínica del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA) y la Universidad de Granada, dentro de la Iniciativa Europea de Biomonitorización Humana (HBM4EU) y del Partenariado Europeo para la Evaluación del Riesgo de Sustancias Químicas (PARC).

Los compuestos perfluorados se conocen popularmente como “químicos eternos” porque pueden permanecer en el medioambiente durante décadas. Como se encuentran en una amplia variedad de productos de consumo de uso cotidiano, desde cosméticos hasta utensilios de cocina resistentes al calor, y también en el agua potable, el aire y el suelo, tenemos un contacto continuo con ellos.

El estudio actual proporciona una nueva perspectiva sobre los riesgos asociados con los PFAS y pone de relieve la importancia de continuar investigando sobre la relación entre los PFAS y las hormonas sexuales, tanto femeninas como masculinas, especialmente en adolescentes, un período crucial para el desarrollo y la salud reproductiva.

Sustancias químicas que alteran el equilibrio hormonal

El nuevo estudio del ibs.GRANADA y la Universidad de Granada ha contado con la colaboración de adolescentes de Bélgica, Eslovaquia y España, y se ha llevado a cabo analizando los efectos de la exposición a los PFAS –tanto a compuestos individuales como a mezclas de PFAS– sobre las hormonas del eje hipotalámico-hipofisario-gonadal (HPG), que se encargan de regular los procesos de maduración y salud reproductiva, como el desarrollo sexual en la adolescencia. Se evaluaron, además, los niveles de kisspeptina, un regulador fundamental para el desarrollo reproductivo, el inicio de la pubertad y el ciclo menstrual.

Se observaron diferentes efectos de la exposición a PFAS en las chicas y en los chicos, lo que sugiere que el género influye en la manifestación del daño asociado a estos compuestos

Para realizar la investigación se tomaron muestras de suero de 733 adolescentes de los tres países y se cuantificó la concentración de 7 PFAS utilizando cromatografía líquida de alta resolución acoplada a espectrometría de masas. Además, se midieron las hormonas folículo estimulante (FSH), testosterona total (TT), estradiol (E2), globulina fijadora de hormonas sexuales (SHBG) y kisspeptina (isoforma 54- kiss54) mediante inmunoensayo. Se analizaron a continuación las asociaciones entre los 7 PFAS individuales y la mezcla de los tres más comunes (PFOA, PFOS y PFNA), con los marcadores reproductivos, utilizando diferentes modelos matemáticos.

Los resultados se han publicado en Environmental Pollution y revelan que los PFAS se asociaron con niveles más altos de kisspeptina, FSH, TT y con niveles más bajos de SHBG en las adolescentes de los tres países, así como con niveles más altos de kisspeptina y con niveles más bajos de TT en los adolescentes eslovacos. Cuando se consideró la mezcla de los tres PFAS, se observaron niveles más altos de hormonas reproductivas en las mujeres, pero niveles más bajos de TT y de kisspeptina en los participantes masculinos.

La conclusión más significativa de este pionero trabajo es que la exposición de los adolescentes a compuestos perfluorados origina una alteración del equilibrio hormonal que puede tener consecuencias perjudiciales sobre su desarrollo y capacidad reproductiva. Se observaron diferentes efectos en las chicas y en los chicos, lo que sugiere que el género desempeña un papel clave en la manifestación del daño asociado a estos compuestos.

Los científicos granadinos proponen la utilización rutinaria de biomarcadores de efecto en programas de biomonitorización humana, como los que España tiene previsto implementar de inmediato (Comisión Interministerial de Biomonitorización Humana), para comprender mejor los efectos relacionados con la exposición a contaminantes ambientales, y de esta forma poder adoptar medidas preventivas en las poblaciones más afectadas, como los adolescentes.

Fuente: Universidad de Granada (UGR)