La mascarilla no será obligatoria en el transporte desde el 8 de febrero
26/01/2023
La Ponencia de Alertas del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud había recomendado hasta ahora que se mantenga la obligatoriedad del uso de mascarillas en el transporte público hasta que se dé por finalizada la temporada de infecciones respiratorias agudas, aproximadamente en el mes de marzo, y también a la espera de la información sobre la evolución del brote de COVID-19 en China, pero los cubrebocas podrían dejar de ser obligatorios en un plazo “muy corto” de tiempo: “No sé si la semana que viene o la siguiente, se retirará el uso obligatorio de la mascarilla”, adelantó ayer Fernando Simón. Hoy, Carolina Darias, ministra de Sanidad, ha anunciado que será el próximo 7 de febrero cuando el Consejo de Ministros aprobará el fin de su obligatoriedad en medios de trasporte públicos, por lo que, previsiblemente, la medida entraría en vigor al día siguiente.
De hecho, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha anunciado que el Ejecutivo está estudiando los efectos de las medidas para controlar el acceso de viajeros procedentes de China para tomar la decisión de retirar la obligatoriedad de llevar mascarilla en el transporte público, por lo que dejará de ser obligatoria “de forma inmediata” en el transporte público, aunque sí segirá siéndolo en los centros de salud o farmacias.
En abril del año pasado el Gobierno aprobó el Real Decreto por el que dejó de ser obligatorio el uso de mascarillas en interiores, aunque se mantuvo la medida en lugares donde se consideró que era necesario por la acumulación de personas o la presencia de población vulnerable, como centros médicos y asistenciales (hospitales y centros de salud, residencias de ancianos…), así como el transporte público.
La situación epidemiológica del COVID en España es estable
Desde hace semanas, los expertos de la Ponencia de Alertas debaten sobre la conveniencia de adelantar el fin de la obligatoriedad de mascarillas en el transporte público y uno de los argumentos de peso a favor de ello es que la situación epidemiológica en España lleva meses estable y no se ha producido ningún pico de incidencia desde la última ola, en el pasado verano. Ahora, los técnicos también han podido comprobar que esta situación se ha mantenido después de las Navidades, ya que tras las fiestas no han aumentado los ingresos hospitalarios.
“Cuando tenemos síntomas deberíamos utilizarla (la mascarilla) de manera responsable, y si somos grupos de riesgo o vulnerables también”
A esto hay que añadir que las dos posibles amenazas que suponían las infecciones por SARS-CoV-2 en China y Estados Unidos están desapareciendo. El pico de infecciones se ha superado en China sin que se hayan detectado variantes distintas a las que ya circulaban por Europa, mientras que en Estados Unidos, donde ha circulado una subvariante de ómicron más contagiosa que las anteriores –XBB.1.5 o Kraken–, los contagios han descendido durante las últimas semanas.
Salvador Peiró, epidemiólogo e investigador en el Área de Investigación en Servicios de Salud y Farmacoepidemiología de la Fundación para el fomento de la investigación sanitaria y biomédica de la Comunidad Valenciana (FISABIO), dio su opinión al respecto hace una semana en declaraciones a SMC España: “España tiene una población muy vacunada y muy infectada, y lo previsible es que la incidencia de covid-19 se mantenga estable en los próximos meses, mostrando cierto nivel de transmisión (que podría incrementarse si nuevas variantes desplazan a las actuales) pero con limitado impacto en la hospitalización y las UCI. De hecho, tras la oleada del pasado verano, todos los parámetros de seguimiento de la covid se muestran muy estables, sin que se hayan visto especialmente afectados por las interacciones en Navidad y Nochevieja (hasta 6 millones de personas pasaron la Nochevieja en locales de ocio)".
"En este contexto, y desde hace bastantes semanas, no era esperable que el uso de mascarillas exclusivamente en el transporte público tuviera un impacto relevante sobre la transmisión o la hospitalización, por lo que era razonable retirar esta restricción que, por lo demás, ya se había hecho en la mayoría de los países europeos". "Dado que el Ministerio creó una gran preocupación con el brote en China, incluso para adoptar algunas medidas de control en aeropuertos, también era esperable que mostraran cierta coherencia prolongando la obligatoriedad de las mascarillas (hubiera tenido poco sentido tomar medidas contradictorias al mismo tiempo). Cabe suponer que el anuncio de la retirada de esta medida en Alemania, el único de los grandes países de la UE que aún la mantenía, dejaba a España en una situación incómoda. Especialmente porque un país muy turístico no tiene interés en transmitir la impresión de que la situación en España obliga a medidas que no existen en el resto de Europa".
"Por lo demás, el uso de mascarillas en centros sanitarios debe mantenerse, y también la recomendación de que las personas con síntomas respiratorios utilicen la mascarilla cuando están con otras personas (especialmente cuando están con personas mayores o con enfermedades subyacentes)", concluye.
Fernando Simón, por su parte, ha matizado que “el mensaje no es que se vaya a retirar la mascarilla, sino que ahora la población tiene que ser mucho más responsable”. “Cuando tenemos síntomas deberíamos utilizarla de manera responsable, y si somos grupos de riesgo o vulnerables también. Hay que entender que nuestra salud afecta de alguna forma a la de los demás, sobre todo cuando hay una enfermedad infecciosa de por medio”, ha añadido.
Actualizado: 5 de mayo de 2023