La pulpa de argán ayuda a reducir la obesidad y controlar la diabetes

Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Granada (UGR) y del grupo almeriense de empresas biotecnológicas Beyond Seeds ha encontrado que el consumo de pulpa de argán tiene efectos beneficiosos sobre el metabolismo de la glucosa y la microbiota intestinal y podría ser útil en el tratamiento de enfermedades metabólicas con base oxidativa e inflamatoria como la diabetes, la obesidad, el síndrome metabólico o la disbiosis intestinal (desequilibrio de los microorganismos que forman parte de la microbiota intestinal).

Los resultados del estudio se han publicado en Journal of Functional Foods y sus autores han atribuido estas propiedades saludables de la pulpa de argán a su elevado contenido en ciertos compuestos bioactivos, principalmente antioxidantes y antiinflamatorios, que hasta ahora no habían sido identificados.

Los ensayos experimentales han demostrado que el consumo de la pulpa de este fruto provoca una reducción del peso corporal sin que se haya disminuido la ingesta de alimento, así como una potente actividad hipoglucemiante, además de reducir distintos marcadores de inflamación y estrés oxidativo.

Pulpa de argán para prevenir y tratar enfermedades metabólicas

El árbol del argán (Argania spinosa) es endémico de zonas semidesérticas del suroeste de Marruecos, cuyos bosques fueron declarados en 1998 reserva de la biosfera por la UNESCO. En esta zona se ha destinado especialmente a alimentar al ganado, pero a nivel internacional es conocido sobre todo por el aceite que se extrae de sus semillas y se emplea en nutrición y cosmética.

Del argán y en concreto de la extracción del aceite de sus semillas se obtienen diferentes subproductos y uno de ellos es la pulpa o pericarpio de la semilla, que constituye hasta el 40% de todo el fruto y en la que se han identificado numerosos compuestos bioactivos que destacan por su potente acción antioxidante y su potencial rol en la prevención y el tratamiento de diversas enfermedades.

El consumo de pulpa de argán provoca una reducción del peso corporal sin disminuir la ingesta de alimento junto a una potente actividad hipoglucemiante

Los investigadores también han encontrado que el consumo de la pulpa de argán tiene un importante efecto prebiótico que disminuye la presencia de cepas potencialmente patógenas y aumenta la proliferación de las cepas beneficiosas.

Las nuevas propiedades que han descubierto hacen que este producto pueda resultar idóneo para su uso en el tratamiento o prevención de enfermedades metabólicas, como la resistencia a la insulina, la obesidad o el síndrome metabólico, además de la disbiosis intestinal, que se caracterizan por altos niveles de estrés oxidativo o inflamación.