La terapia con luz verde puede ayudar a prevenir la migraña

Las personas que padecen migraña pueden beneficiarse de la terapia de luz verde, ya que una nueva investigación de la University of Arizona Health Sciences ha encontrado que reduce la frecuencia e intensidad del dolor de cabeza y mejora su calidad de vida. Se trata del primer estudio clínico que evalúa la exposición a luz verde como una potencial terapia preventiva para los pacientes con migraña, ha afirmado el Dr. Mohab Ibrahim, profesor adjunto en el UArizona College of Medicine y principal autor del trabajo, que considera el hallazgo un gran avance para el tratamiento de esta patología neurológica tan difícil de manejar.

En el estudio, que se ha publicado en Cephalalgia, se observó que la exposición a la luz verde redujo en la mayoría de los participantes –86% de los cuales padecían migraña episódica y el 63% migraña crónica– el número de días con dolor de cabeza al mes una media de alrededor del 60%.

La exposición a la luz verde redujo el número de días con dolor al mes una media de alrededor del 60%

La migraña es la tercera enfermedad más prevalente en el mundo y solo en Estados Unidos afecta a 39 millones de personas, y a un billón a nivel mundial, según datos de la Fundación para la Investigación de la Migraña. La migraña episódica se caracteriza por hasta 14 episodios de dolor de cabeza al mes, mientras que los pacientes con migraña crónica experimentan 15 o mas episodios al mes.

Disminuyeron los episodios de migraña y la intensidad del dolor

El Dr. Ibrahim y el coautor del estudio, el Dr. Amol Patwardhan, llevan años estudiando los efectos de la exposición a la luz verde, y este ensayo clínico inicial ha incluido a 29 personas, todas las cuales experimentaban migraña episódica o crónica y en las que no habían resultado efectivas numerosas terapias tradicionales, como los fármacos orales o las inyecciones de bótox.

En el estudio los pacientes fueron expuestos a luz blanca una o dos horas al día durante 10 semanas. Tras un paréntesis de dos semanas fueron expuestos a luz verde durante 10 semanas. A lo largo de la investigación estas personas completaron encuestas y cuestionarios para informar sobre el número de dolores de cabeza que experimentaban y la intensidad de los mismos, así como indicadores de su calidad de vida como la capacidad para conciliar el sueño y permanecer dormido o para realizar su trabajo.

La terapia también acortó la duración de los episodios de dolor de cabeza y mejoró la capacidad de los pacientes para dormirse y para trabajar

Utilizando una escala numérica para medir el dolor de 0 a 10, los participantes observaron que la exposición a la luz verde logró una reducción del dolor de un 60%, de 8 a 3.2. Esta terapia también acortó la duración de los episodios de dolor de cabeza y mejoró su capacidad para dormirse y mantener el sueño, para desempeñar sus tareas cotidianas y para trabajar. Además, ninguno de estos individuos informó sobre ningún efecto secundario asociado a la exposición a luz verde.

El Dr. Ibrahim ha explicado que en el ensayo no han utilizado una luz verde cualquiera, sino que ha de tener una intensidad y frecuencia determinadas, y la exposición debe durar el tiempo adecuado y llevarse a cabo con los métodos correctos, ya que, al igual que ocurre con los medicamentos, existe un punto óptimo de luz que es el indicado como terapia.

El Dr. Patwardhan concluye que a pesar de los recientes avances que se han producido en el tratamiento de la migraña, este problema de salud continúa siendo un desafío, añade que el uso de una terapia no farmacológica como la luz verde puede suponer una gran ayuda para una amplia variedad de pacientes que o bien no quieren tomar medicamentos o no responden a ellos.