Las cremas solares con antioxidantes contra el hierro son más eficaces

Una de las claves para cuidar la piel y retrasar el envejecimiento está en el uso de un buen protector solar que nos proteja de los efectos nocivos del sol. Ahora un estudio de la Universidad de Bath (Reino Unido) ha descubierto que añadir antioxidantes contra el hierro en este producto y en las cremas antienvejecimiento podría aumentar su efectividad.

Para entenderlo mejor es importante saber que los protectores solares que se venden bloquean o absorben los rayos UV del sol, reduciendo así la cantidad de radicales libres –unas moléculas inestables dañinas y que aceleran el envejecimiento– que se crean en la piel, un proceso que se conoce con el nombre de estrés oxidativo. Sin embargo, en su formulación no se tiene en cuenta el papel del hierro en el envejecimiento.

La investigación actual, que se ha publicado en la revista Antioxidant, ha indicado que lo que falta en los protectores solares y en las cremas antienvejecimiento actuales es una clase de molécula antioxidante que evite el exceso de hierro en las células de la piel, lo que hace que se mantengan niveles estables y saludables de radicales libres, evitando el daño dermatológico.

Retener el hierro con extractos naturales

Y es que, desde hace tiempo se sabe que la acumulación de hierro podría promover el envejecimiento, por eso, en este estudio se ha querido analizar concretamente la interacción entre el hierro y los radicales libres en la piel. Ahora han podido demostrar que los compuestos antioxidantes estudiados pueden proteger a la piel del envejecimiento debido a la edad y el que se produce por la acción del sol.

En base a los resultados, los autores instan a que los fabricantes de estos  cosméticos valoren el incluir extractos que retienen el hierro para ofrecer un mejor producto. Entre estos extractos naturales que son capaces de atrapar el hierro se encuentran los de ciertas verduras, frutos secos como las nueces, frutas, cortezas, semillas y flores, así como algunos compuestos botánicos, marinos y fúngicos.

Los compuestos antioxidantes estudiados protegen la piel del envejecimiento debido a la edad y el que se produce por la acción del sol

Aunque se han obtenido buenos resultados en laboratorio, la Dra. Charareh Pourzand, directora de la investigación, ha declarado que se deben hacer más investigaciones sobre estos compuestos antes de que sean aptos para su comercialización. Y es que, “aunque los antioxidantes que hemos identificado funcionan bien en condiciones de laboratorio, no necesariamente se mantienen estables una vez que se agregan a una crema. Estos extractos provienen de plantas y los factores ambientales afectan su estabilidad y efectividad a largo plazo: cualquier cosa, desde la estación en la que se cultivan, el tipo de suelo, la latitud y el momento de la cosecha, puede cambiar la fuerza con la que pueden neutralizar los radicales libres como así como el trabajo como trampas de hierro”, explica la Dra. Pourzand.

No hay que pensar que el hierro es un enemigo, pues cuerpo lo necesita para funcionar correctamente. No obstante, demasiado o muy poco puede resultar peligroso e incluso mortal para las células. Para evitarlo, nuestras células cuentan con un sistema capaz de ajustar el exceso de hierro cuando se acumula, haciendo que se equilibre –lo que se conoce como homeostasis–. Sin embargo, la luz solar provoca que este equilibrio se altere, provocando daños en la piel, como envejecimiento e incluso cáncer.