Las muertes asociadas al calor se triplicarán en Europa a finales de siglo

Un nuevo estudio advierte que si se mantienen las políticas climáticas actuales las muertes relacionadas con el calor en Europa podrían triplicarse para 2100, afectando especialmente a los países del sur y a las personas mayores.
Termómetro que indica una temperatura muy elevada con llamas a los lados

22/08/2024

Las elevadas temperaturas asociadas al cambio climático podrían provocar un significativo incremento del número de fallecidos por esta causa en Europa en los próximos años, según revela un nuevo estudio publicado en la revista The Lancet Public Health en el que se evaluó el riesgo actual y futuro de mortalidad debido a las temperaturas extremas y que concluye que si no varían las actuales políticas climáticas las muertes relacionadas con el calor podrían triplicarse para el año 2100 en Europa, alcanzando un promedio de 30 fallecimientos por cada 100.000 habitantes.

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El informe señala que este aumento en la mortalidad no será uniforme en todo el continente europeo, sino que los países del sur de Europa serán los más afectados por el cambio climático, con un incremento significativo en las muertes relacionadas con el calor. Las personas mayores, que son más vulnerables a las temperaturas extremas, estarán particularmente en riesgo.
A diferencia de estudios anteriores, que a menudo se centraban en detalles locales o en evaluaciones específicas de países, especialmente de Europa Occidental, este análisis es el primero en proporcionar una evaluación exhaustiva de los riesgos sanitarios actuales y futuros asociados con las temperaturas tanto cálidas, como frías, en toda Europa, evaluando el impacto previsto en las diferentes regiones dentro de los países.

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El verano de 2023 fue especialmente caluroso en algunas regiones europeas, como España, donde las temperaturas medias en la península alcanzaron los 23,4 °C, superando en 1,3 °C la media habitual, lo que lo convirtió en el tercer verano más cálido registrado, según la AEMET. El año anterior, en 2022, se registró el verano más caluroso de la historia en Europa, con tasas de mortalidad inusualmente altas, que superaron las 60.000 muertes relacionadas con el calor.

España, Italia y Grecia, los países más vulnerables al calor

Aunque las muertes atribuibles al frío siguen siendo significativamente más numerosas que las causadas por el calor, con 363.809 muertes anuales frente a unas 43.729 debidas a altas temperaturas, en un escenario de calentamiento global de 3º C –la proyección más pesimista basada en las políticas actuales– el número de muertes relacionadas con el calor en Europa podría elevarse a 128.809 hacia finales del siglo.

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Las estimaciones de mortalidad actual y futura relacionada con la temperatura se realizaron para cuatro niveles de calentamiento global (1,5 °C, 2 °C, 3 °C y 4 °C), utilizando una combinación de 11 modelos climáticos diferentes. El estudio indica que las muertes por frío son más frecuentes en Europa Oriental y los países bálticos, y menos comunes en Europa Central y partes del sur, con tasas que varían entre 25 y 300 muertes por cada 100.000 habitantes. 
En cuanto a las muertes relacionadas con el calor, estas oscilan entre 0,6 y 47 por cada 100.000 personas, con las tasas más bajas en el Reino Unido y los países escandinavos, y las más altas en Croacia y las regiones más meridionales de Europa.
“Descubrimos que las muertes en Europa por temperaturas cálidas y frías aumentarán sustancialmente, ya que se espera que se produzcan muchas más muertes relacionadas con el calor a medida que el clima se calienta y la población envejece, mientras que las muertes por frío disminuyen sólo ligeramente en comparación”, ha explicado David García-León, del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea y uno de los autores principales del trabajo.
“La inversión en infraestructura sanitaria, la presencia de planes de preparación para el calor y el frío y la calidad de los edificios en los que vivimos y trabajamos podrían reducir la mortalidad en un clima cambiante”
“Nuestro estudio también identifica puntos críticos en los que el riesgo de muerte por altas temperaturas aumentará drásticamente en la próxima década. Existe una necesidad crítica de desarrollar políticas más específicas para proteger estas zonas y a los miembros de la sociedad más expuestos al riesgo de las temperaturas extrema”, añade el investigador.

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Los autores del estudio reconocen ciertas limitaciones en su análisis. Sus resultados se basan en datos de residentes de zonas urbanas (que suelen estar más expuestos al estrés térmico, especialmente al calor, que los de áreas rurales), lo que podría llevar a una ligera sobreestimación de las cifras. Además, los resultados no contemplan diferencias por sexo, etnia, ni los efectos en los lactantes, otro grupo vulnerable.
“Los resultados están en gran medida en línea con lo que la investigación existente ha mostrado en múltiples contextos alrededor del mundo. Es decir, que los extremos de temperatura no afectan a todos por igual, siendo los ancianos y los menos favorecidos los más vulnerables. Lo que es especialmente llamativo es que los autores encuentran diferencias claras en el riesgo a través de las fronteras nacionales y también agrupaciones regionales de riesgo de mortalidad”, ha afirmado Leslie Mabon, profesor de Sistemas Ambientales en The Open University (Reino Unido), que no ha participado en el estudio, en declaraciones a SMC Reino Unido.

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“Los gradientes de temperatura no respetan fronteras por lo que, como señalan los autores, esto demuestra cómo los factores demográficos y socioeconómicos influyen en el riesgo que enfrentamos por los extremos de temperatura. Hay medidas de mitigación que podemos tomar, que podrían ser particularmente efectivas si se dirigen a las personas y lugares más vulnerables. Por ejemplo, el estudio señala la inversión en infraestructura sanitaria, la presencia de planes de preparación para el calor y el frío y la calidad de los edificios en los que vivimos y trabajamos como factores que podrían reducir la mortalidad en un clima cambiante”, concluye el experto.

Actualizado: 22 de agosto de 2024

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