Las temperaturas extremas incrementan el riesgo de accidente laboral
15/06/2018
El Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha llevado a cabo un estudio en el que ha analizado cuántos accidentes laborales hay en los días de temperaturas extremas para intentar relacionar ambas variables. Las conclusiones han sido que los días de mucho calor se incrementa un 9% el riesgo de accidente en el trabajo y un 4% en las jornadas de mucho frío.
La investigación que ha llegado a estos resultados ha sido publicada en la revista Environmental Health Perspectives, en ella se analizaron casi 16 millones de accidentes laborales –con al menos un día de baja– ocurridos en España entre 1994 y 2013. Èrica Martínez, principal autora del estudio, ha destacado que las temperaturas extremas que tienen que soportar los trabajadores en sus puestos laborales, la mayoría de ellos al aire libre, podrían ser las responsables de una media de 60 accidentes al día –unos 22.000 al año–, lo que podría suponer el 2,72% del total de los incidentes en la jornada de trabajo.
Las temperaturas muy altas o muy bajas podrían ser responsables de una media de 60 accidentes laborales al día, unos 22.000 al año
Entre las lesiones más frecuentes observadas en la investigación se encontraban las de carácter superficial, como heridas, y las fracturas ósea. Además, los efectos de las temperaturas tenían un patrón de retraso observado, según cuentan, pues la fatiga y el cansancio acumulados y la deshidratación resultante podía durar hasta días posteriores.
Aunque todavía no se tienen claros los mecanismos biológicos de esta asociación, los autores de este análisis creen que el motivo por el cual las personas tienen más siniestros cuando hay picos climáticos es porque de alguna manera las temperaturas muy altas o muy bajas interfieren en la concentración y en el juicio, que hace que se cometan errores que pueden derivar en accidentes laborales.
Las trabajadoras, más vulnerables al frío, y los hombres al calor
El clima extremo no interfirió de la misma manera en todos los grupos de personas analizadas. Así, las mujeres presentaron mayores tasas de accidentes cuando había temperaturas muy bajas, mientras que los hombres tenían más incidentes laborales cuando hacía mucho calor. La explicación podría ser que la tasa de sudoración propia de las mujeres es más baja que la de los varones. En cuanto a la edad también hubo diferencias, siendo los jóvenes los que salían peor parados, debido a que suelen realizar trabajos que implican más esfuerzo físico.
Una de las características de este estudio es que ha sido el primero que ha valorado el impacto económico de estas bajas laborales como consecuencia de las temperaturas muy altas o muy bajas. El coste anual observado en el tiempo analizado fue de 360 millones de euros en España, lo que es equivalente al 0,03% de su PIB de 2015.
En base a todos los resultados anteriores, Xavier Basagaña, uno de los autores, ha alertado de que con el cambio climático debería haber intervenciones de salud pública para proteger a los trabajadores. Entre las medidas preventivas que plantean están las de evitar el trabajo al aire libre en las horas de más calor o más frío, permitir unos descansos adecuados y una ropa acorde, y garantizar que los trabajadores puedan hidratarse correctamente.
Actualizado: 4 de mayo de 2023