Los refrescos tienen 100 veces más plastificantes tóxicos que el agua
03/05/2023
La contaminación por plásticos es un problema que amenaza a todos los ecosistemas del mundo y a la salud de las personas, ya que ingerimos residuos plásticos a través de alimentos y bebidas, incluida el agua, que podrían desencadenar alteraciones hormonales y contribuir al desarrollo de enfermedades. Ahora, un nuevo estudio realizado por científicos españoles que ha analizado la presencia de plastificantes organofosforados en 75 muestras de diferentes bebidas: agua, refrescos tipo cola, zumos, vino y bebidas calientes ha descubierto que, en promedio, las bebidas azucaradas tienen 100 veces más concentración de este tipo de plastificantes que el agua, donde se han encontrado los valores más bajos.
Los autores del trabajo son investigadores del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y han comprobado que los plastificantes procedían tanto de los envases como del azúcar añadido a estas bebidas. Sus hallazgos se han publicado en la revista Environment International.
Los plastificantes son un tipo de compuestos químicos que se añaden a los plásticos para que estos sean flexibles y duraderos. Estudios recientes han demostrado que varios plastificantes organofosforados son tóxicos y perjudican la salud, incluyendo daños neurológicos, disrupción endocrina, cáncer y problemas de fertilidad. “Nuestros resultados muestran que más del 95% de las bebidas tienen, al menos, uno de los 19 plastificantes organofosforados que estudiamos, lo que muestra la ubicuidad de estos compuestos y nuestra exposición a ellos en nuestro día a día”, explica Julio Fernández Arribas, investigador del IDAEA y primer autor del estudio.
Refrescos azucarados tipo cola, los más contaminados
Los investigadores detectaron los mayores niveles de contaminación en los refrescos azucarados tipo cola, con una concentración media de 2.876 nanogramos por litro (ng/L), y para los zumos con azúcares añadidos (2.965 ng/L), mientras que las muestras de agua contenían los niveles inferiores (20,7 ng/L).
“Nuestros resultados muestran que más del 95% de las bebidas tienen, al menos, uno de los 19 plastificantes organofosforados que estudiamos”
“Uno de los resultados que más nos llamó la atención fue descubrir que las bebidas azucaradas presentaban niveles superiores de plastificantes, sobre todo debido a la presencia del fosfato de 2-etilhexildifenilo (EHDPP por sus siglas en inglés)”, declara la investigadora del IDAEA-CSIC Ethel Eljarrat y autora principal del estudio. El análisis de muestras de azúcar muestra niveles elevados del EHDPP, lo que confirma que el azúcar que se añade a las bebidas es una de las vías de contaminación. Es importante destacar que la toxicidad del EHDPP se relaciona con un mayor riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer, como el de mama y útero.
Para descubrir cómo influía el tipo de envase en la procedencia de estos compuestos químicos, los investigadores analizaron bebidas de la misma marca, pero comercializadas en envases de distintos tipos: vidrio, botellas de plástico, latas de aluminio y tetrabrik. Los resultados muestran que las concentraciones de los plastificantes organofosforados son similares, independientemente de la marca y del tipo de envase. “La presencia de plastificantes en botellas, latas y tetrabrik era esperado; pero los niveles en las bebidas envasadas en vidrio no eran previsibles a priori”, señala Eljarrat. Los autores han descubierto que la fuente de contaminación es el recubrimiento de plástico que llevan las chapas metálicas de las botellas de vidrio para evitar el contacto de la bebida con el metal. Este recubrimiento libera ocho plastificantes hacia las bebidas, siendo de nuevo el EHDPP el compuesto mayoritario.
Teniendo en cuenta el consumo de bebidas per cápita en España, la ingesta de estos plastificantes a través de la bebida representa hasta un 10% de la ingesta diaria total. “A pesar de que estos valores están por debajo del umbral de seguridad, debemos tener en cuenta que estos plastificantes también nos llegan al cuerpo humano a través de otras vías de exposición como la ingesta de alimentos y la inhalación, por lo que es necesario realizar una evaluación completa de la cantidad total de plastificantes a los que estamos expuestos”, concluye Eljarrat.
Fuente: Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
Actualizado: 3 de mayo de 2023