Meditar induce cambios en el cerebro asociados a la memoria y las emociones

05/02/2025
La meditación es un conjunto de técnicas que sirven para centrar la atención y la conciencia y que se usan con el objetivo de mejorar el bienestar psicológico y como una ayuda para aliviar trastornos emocionales como la ansiedad y la depresión. Sus efectos se han analizado en estudios científicos realizados con diferentes poblaciones y han encontrado que esta práctica puede ayudar a reducir el estrés1, o a mejorar el estado de ánimo2, entre otros beneficios.
Ahora, un equipo de investigadores de Icahn School of Medicine at Mount Sinai3, en Estados Unidos, ha empleado registros de electroencefalogramas (EEG) intracraneales para analizar los efectos de la meditación en zonas profundas del cerebro y ha descubierto que al meditar se producían cambios en la actividad de la amígdala y el hipocampo, regiones clave del cerebro que intervienen en la regulación emocional y la memoria.
Los resultados de esta investigación se han publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)4 y pueden ayudar a comprender el impacto positivo de este tipo de prácticas y contribuir al desarrollo de estrategias basadas en la meditación para mejorar la memoria y la regulación de las emociones.
Una herramienta sencilla para mejorar el bienestar mental
Estudios previos han demostrado una conexión entre la práctica meditativa y la actividad cerebral. Sin embargo, la actividad neuronal específica que subyace a las prácticas meditativas y sus efectos positivos aún no se comprende bien. "Tradicionalmente, ha sido un desafío estudiar estas regiones cerebrales límbicas profundas en humanos utilizando métodos estándar como el electroencefalograma del cuero cabelludo. Nuestro equipo pudo superar este desafío aprovechando los datos recopilados de una población de pacientes única: pacientes con epilepsia con dispositivos implantados quirúrgicamente que permiten el registro crónico del EEG a partir de electrodos implantados en la profundidad de la amígdala y el hipocampo", ha explicado Christina Maher, estudiante de doctorado en neurociencia en la Escuela de Posgrado de Ciencias Biomédicas de la Escuela de Medicina Icahn y primera autora del artículo, en una nota publicada por el centro.
Los investigadores estudiaron a ocho pacientes neuroquirúrgicos con epilepsia resistente a fármacos a los que se les implantó de forma permanente un sistema de neuroestimulación reactiva. Los participantes eran meditadores novatos antes del estudio y completaron una instrucción guiada por audio de cinco minutos (línea de base) seguida de 10 minutos de meditación guiada por audio sobre la "bondad amorosa".
La meditación de bondad amorosa es un tipo específico de práctica meditativa en la que haya que centrar la atención en pensamientos de bienestar para uno mismo y para los demás. Para evaluar la inducción a la meditación de bondad amorosa, se pidió a los participantes que informaran sobre la profundidad de meditación experimentada después de la sesión en una escala del 1 al 10 (cuanto mayor sea la puntuación, mayor será la meditación). En promedio, los participantes informaron un alto grado de meditación profunda (media = 7,43).
"Este estudio podría contribuir al desarrollo de intervenciones basadas en la meditación para ayudar a las personas a modular la actividad cerebral en áreas involucradas en la memoria y la regulación emocional"
"Descubrimos que la meditación de bondad amorosa está asociada con cambios en la fuerza y duración de ciertos tipos de ondas cerebrales llamadas ondas beta y gamma", dijo Ignacio Saez, Profesor Asociado de Neurociencia, Neurocirugía y Neurología en la Escuela de Medicina Icahn y otros de los autores principales del artículo. "Este tipo de ondas cerebrales se ven afectadas en trastornos del estado de ánimo como la depresión y la ansiedad, por lo que la posibilidad de poder controlarlas voluntariamente a través de la meditación es bastante sorprendente y puede ayudar a explicar el impacto positivo que estas prácticas tienen en las personas", añade.
El estudio es único porque utilizó técnicas avanzadas de registro neuronal invasivo, que proporcionan una información más detallada y precisa del cerebro en comparación con técnicas tradicionales como el EEG del cuero cabelludo. Además, se llevó a cabo en el Laboratorio de Biometría Cuantitativa del Monte Sinaí Oeste, un laboratorio diseñado para brindar a los pacientes un entorno relajante para recibir un tratamiento terapéutico libre de las distracciones típicas asociadas con un entorno hospitalario o un laboratorio tradicional. Este entorno naturalista permitió a los participantes del estudio meditar en un entorno tranquilo que refleja mejor las experiencias del mundo real, lo que mejora la validez ecológica del estudio.
Los investigadores reconocieron algunas limitaciones, como el pequeño tamaño de la muestra y que únicamente analizaron los efectos de la meditación una sola vez, sin evaluar el impacto de la práctica repetida o el seguimiento a lo largo del tiempo para comprobar si los efectos perduraban.
"Este estudio proporciona una base para futuras investigaciones que podrían contribuir al desarrollo de intervenciones basadas en la meditación para ayudar a las personas a modular la actividad cerebral en áreas involucradas en la memoria y la regulación emocional", dijo el Dr. Saez. "La meditación no es invasiva, es ampliamente accesible y no requiere equipo especializado ni recursos médicos, lo que la convierte en una herramienta fácil de usar para mejorar el bienestar mental. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que la meditación no reemplaza las terapias tradicionales. En cambio, podría servir como una opción complementaria de bajo coste para las personas que experimentan problemas de memoria o de regulación emocional", concluye el investigador.
En Webconsultas nos tomamos muy en serio la calidad de la información. Por eso, seleccionamos y verificamos nuestras fuentes, dándole prioridad a investigaciones avaladas por expertos, instituciones académicas de prestigio, sociedades médicas y revistas científicas reconocidas. Nuestro objetivo es ofrecerte un contenido preciso, íntegro y confiable.
- 1Shauna L. Shapiro, Gary E. Schwartz, y Ginny Bonner. Journal of Behavioral Medicine, vol. 21, n.º 6, Springer Science and Business Media LLC, 1998, pp. 581–599+, doi:10.1023/a:1018700829825.
- 2Shamini Jain, Shauna L. Shapiro, Summer Swanick, Scott C. Roesch, y Paul J. Mills. «A Randomized Controlled Trial of Mindfulness Meditation Versus Relaxation Training: Effects on Distress, Positive States of Mind, Rumination, and Distraction». Annals of Behavioral Medicine, vol. 33, n.º 1, Oxford University Press (OUP), 2007, pp. 11–21+, doi:10.1207/s15324796abm3301_2.
- 3Mount Sinai Health System. «New Research Reveals That Meditation Induces Changes in Deep Brain Areas Associated With Memory and Emotional Regulation ». Mount Sinai Health System, vol. 122, n.º 6, Proceedings of the National Academy of Sciences, 2025, https://www.mountsinai.org/about/newsroom/2025/new-research-reveals-that-meditation-induces-changes-in-deep-brain-areas-associated-with-memory-and-emotional-regulation.
- 4Christina Maher, Lea Tortolero, Soyeon Jun, Daniel D. Cummins, y Adam Saad. «Intracranial Substrates of Meditation-Induced Neuromodulation in the Amygdala and Hippocampus». Proceedings of the National Academy of Sciences, vol. 122, n.º 6, Proceedings of the National Academy of Sciences, 2025, doi:10.1073/pnas.2409423122.
Actualizado: 5 de febrero de 2025