Mochilas probióticas combaten la enfermedad inflamatoria intestinal
14/11/2022
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) agrupa un conjunto de patologías que incluye la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, entre otras, que afecta principalmente al intestino pero también a otras partes del cuerpo, y cuya incidencia en España es de 16 casos por cada 100.000 habitantes, según reveló el año pasado un estudio en el que participó el CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD).
Estas enfermedades inflamatorias crónicas causan muchas molestias a los pacientes, que no siempre responden bien a las terapias disponibles. Ahora, un equipo de científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU.) ha realizado una investigación que ha demostrado que ciertas bacterias intestinales, correctamente equipadas, pueden mejorar los tratamientos de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), incluido el tratamiento de la enfermedad de Crohn y de la colitis ulcerosa. Los resultados, que se han publicado en Science Advances, han mostrado que las bacterias probióticas provistas de una buena mochila pueden actuar mejor para combatir la inflamación del intestino.
El nuevo estudio se ha basado en un tipo de tecnología diseñada por sus autores previamente, que consiste en recubrir bacterias beneficiosas de una capa protectora muy delgada para permitir que sobrevivan a una avalancha de ácidos estomacales y microbios durante el tiempo suficiente para que puedan establecerse y multiplicarse en el intestino de los ratones en los que se han probado.
Los ratones con enfermedad inflamatoria intestinal que recibieron el tratamiento completo experimentaron una menor pérdida de peso y su colon se acortó mucho menos
Aunque la tecnología hace que los probióticos que se administran por vía oral sean más efectivos, la EII es una enfermedad compleja en la que por lo general no solo intervienen comunidades microbianas intestinales que están fuera de control. “La EII es una enfermedad complicada y es necesario atacarla desde diferentes ángulos”, ha afirmado Quanyin Hu, ingeniero biomédico y profesor de la Facultad de Farmacia de la UW-Madison, que ha liderado el trabajo.
Por ello, él y su equipo diseñaron nanopartículas destinadas a neutralizar las moléculas implicadas en la EII y descubrieron una forma de unir estas mochilas de nanopartículas a las bacterias beneficiosas tras envolverlas en la capa protectora. Estas mochilas de nanopartículas combinadas con los propios probióticos podrían mejorar los tratamientos de la EII de forma significativa, además de simplificarlos.
Un tratamiento holístico para aliviar los síntomas de la EII
Las EII se desencadenan por diferentes factores que la ciencia continúa estudiando, pero se sabe que una de sus causas es la sobreproducción de moléculas conocidas como especies reactivas de oxígeno, que resultan clave para que el organismo humano lleve a cabo ciertas funciones, pero que en una cantidad excesiva en el intestino pueden provocar una inflamación dañina en el revestimiento intestinal.
Las mochilas de nanopartículas que han desarrollado estos científicos están compuestas en parte por sulfuro –que se dirige directamente a las especies reactivas de oxígeno– y en parte por ácido hialurónico –que es un poderoso antiinflamatorio–, y el estudio que han realizado en ratones muestra que la bacteria probiótica Escherichia coli Nissle 1917 cubierta por una capa protectora y equipada con mochilas de nanopartículas es significativamente más eficaz para aliviar los síntomas de la EII que sus contrapartes sin el equipo adicional.
Hu y sus colegas evaluaron los efectos de los tratamientos de dos formas: midiendo los cambios en el peso y los cambios en la longitud del colon de los ratones con EII, tanto de aquellos a los que se administró el tratamiento, como el de los que no lo recibieron. Los ratones con EII, igual que les sucede a las personas afectadas, suelen perder peso y su colon se va acortando a medida que progresa la enfermedad, y los investigadores comprobaron que los animales que recibieron el tratamiento completo fueron los que experimentaron una menor pérdida de peso y su colon se acortó mucho menos en comparación con los que recibieron tratamientos parciales o no fueron tratados.
Actualmente las opciones de tratamiento dependen de la gravedad de la enfermedad y la fase en que se encuentre, pero los autores del nuevo estudio afirman que su objetivo era crear un tratamiento más holístico que pudiera ser efectivo en cualquier etapa. “Esa es la parte más emocionante de esta investigación para mí”, dice Hu. “No queríamos apuntar a una etapa específica de la EII. Queríamos seleccionar los factores más importantes que contribuyen a curar o tratar la enfermedad en cualquier etapa”.
Otra ventaja del nuevo tratamiento es que se administra por vía oral, lo que podría convertirlo en una alternativa de elección frente a tratamientos de la EII invasivos, como la extirpación parcial o total del colon. Sin embargo, y a pesar de los resultados tan prometedores conseguidos en ratones, aún es pronto para probarlo en humanos, y el nuevo paso del equipo será comprobar si las mochilas de nanopartículas funcionan bien con otras especies de bacterias probióticas y si el tratamiento tiene efectos secundarios adversos. Además, para que el tratamiento se pueda administrar a pacientes es fundamental simplificar el proceso de creación y colocación de las nanomochilas.
Actualizado: 16 de noviembre de 2022