Nadar en una piscina con cloro puede alterar moléculas de la sangre
12/01/2018
Los productos que se utilizan para evitar la proliferación de bacterias y microorganismos en las piscinas, como el cloro, pueden interferir de manera directa en nuestra salud cuando se mezclan con materia orgánica. De hecho, si nadamos durante más de 40 minutos en el agua de una piscina clorada, pueden producirse diversos cambios moleculares en nuestra sangre, tal y como indican los resultados de PISCINA II, un estudio de ISGlobal publicado en la revista Enviroment International.
Al parecer, el cloro y el resto de sustancias limpiadoras reaccionan con la materia orgánica que introducen las personas al meterse en la piscina, como puede ser la saliva, la orina o el pelo, dando lugar a lo que se conoce como subproductos de la desinfección del agua (DBP). Entre ellos se incluyen los ácidos haloacéticos y los trihalometanos, que han sido catalogados como nocivos para la salud en varios estudios anteriores.
El cloro reacciona a la materia orgánica, como saliva u orina, y crea un subproducto de desinfección del agua, que provoca cambios moleculares
En esta investigación se analizaron muestras de sangre, de orina y de aire exhalado de 60 personas, antes y después de practicar 40 minutos de natación en una piscina interior y con cloro. Los resultados indicaron que después del ejercicio los niveles de DBP en el aire exhalado eran elevados; de hecho, se detectaron 6.471 características metabólicas, de las cuales 293 se asociaron con al menos un DBP. En la orina se encontraron 333 características metabólicas.
Todo ello sugiere que estar expuesto al agua con cloro y DBP provoca modificaciones en las moléculas de la sangre, y ahora se pretenden conocer las vías moleculares afectadas por esta exposición para descubrir cuáles son los efectos adversos que esto puede causar en el organismo, y alertar a la población de los posibles riesgos derivados de permanecer mucho tiempo en las piscinas con agua clorada.
Actualizado: 4 de mayo de 2023